Un trabajador del Consell está siendo investigado como autor de un delito contra la intimidad después de que varias compañeras de trabajo denunciasen que este individuo les «robaba fotografías comprometidas» sin su consentimiento y mientras estaban en su lugar de trabajo.
Los hechos investigados se remontan al año 2016. Tras las denuncias presentadas por varias trabajadoras, la Policía Judicial de la Guardia Civil abrió una investigación que desencadenó el arresto del hombre y el registro de su domicilio por orden judicial.
Según confirmaron a Periódico de Ibiza y Formentera fuentes de la Guardia Civil, los agentes intervinieron el ordenador personal y numerosos archivos que contenían imágenes de compañeras de trabajo a la que había fotografiado sin su consentimiento.
Según las denuncias, el investigado, aprovechaba el lugar del trabajo y los momentos de «descuido de las compañeras para fotografiar las partes íntimas de las mujeres cuando estas no se percataban de la acción. El hombre llegaba incluso a aprovechar los descuidos de las mujeres para tomarles fotografías por debajo de la falda». Todos estos hechos fueron puestos en conocimiento de la Guardia Civil, que abrió una investigación.
Tras arrestarlo y tomarle declaración, la Policía Judicial de la Guardia Civil dio traslado del caso al juzgado de Instrucción número 4 de Ibiza, que investiga la causa por un delito contra la intimidad.
Paralelamente, el Consell d'Eivissa abrió una investigación interna y recabó información sobre los hechos denunciados.
Investigación del Consell
El trabajador investigado ha continuado en su puesto de trabajo en el Consell. Según las fuentes consultadas, el caso y las denuncias fueron trasladadas al departamento jurídico, pero la institución no tomará ninguna medida hasta que se resuelva judicialmente el caso.
Las denunciantes informaron de que el hombre realizaba fotografías a las compañeras.
LA NOTA
Captaba las fotografías mientras instalaba ordenadores
Los hechos denunciados ocurrieron en la sede del Consell d'Eivissa, centro de trabajo de investigado y víctimas. Según la denuncia de los hechos, el hombre aprovechaba cualquier descuido de las trabajadoras para robarles fotografías, utilizando su quehacer diario para captar imágenes de las mujeres por debajo de las mesas. En este sentido, según las fuentes consultadas, el investigado aprovechaba la instalación de los equipos informático para trabajar por debajo de las mesas, momento en el que obtenía las fotos. Algunas de las imágenes robadas habrían sido localizadas posteriormente en el equipo personal del investigado durante el registro domiciliario. Los hechos fueron calificados como un delito contra la intimidad recogido en el artículo 197 del Código Penal. Para proceder por los delitos previstos en este capítulo se requiere la denuncia de la persona agraviada o de su representante legal. La investigación arrancó con la denuncia de las víctimas.