Luis Raya, médico de Urgencias en Can Misses, lleva tiempo dándole vueltas a la idea de crear una cooperativa de medicina integrativa en la isla. Y es que, tanto él como algunos compañeros interesados en este tipo de medicina consideran que Ibiza tiene mucho potencial en cuanto a energía para poder llevarlo a cabo. «Hay muchos pacientes que están en un limbo y que se quejan de que no hay especialistas en la isla. A veces, en el hospital te dicen que no pueden hacer nada más y los pacientes quieren otro punto de vista», explica. En este sentido, dice que «la ciencia excluye a algunos enfermos porque destruyen los datos que quieres obtener» y la medicina integrativa te permite conocer enfoques que engloban la medicina convencional y la natural.
La idea la tiene clara: montar una clínica en la que no solo se pasen consultas sino también se puedan dar charlas y talleres. «Sería una clínica multidisciplinar en la que queremos contar con una escuela que hace medicina integrativa, que probablemente sea la mejor de España en el tratamiento del cáncer, pero no podemos», critica. El problema está en el alquiler. Para poder crear una cooperativa de estas características, tanto Raya como sus compañeros, necesitan una casa de grandes dimensiones. «A lo mejor por una casa que te encaje te piden 25.000 euros o no sé cuántos meses por adelantado. Es imposible», dice.
Así, explica que después de cuatro años en Ibiza «no creo que llegue a verano» porque la isla no le permite seguir con un sueño que, bajo su punto de vista, ayudaría a pacientes que están «huérfanos» de tratamientos. «Aquí puedes hacer cosas que en otros sitios no. De hecho, el paciente te demanda unas terapias diferentes porque intentan evitar las pastillas buscando soluciones más naturales», asegura este médico. «La isla tiene potencial. Si hay mucha energía y la sabes canalizar, el que se va a beneficiar es el que está hecho polvo», añade.
Necesitan ayuda
La clínica que quiere Raya tendrá que esperar, por lo menos de momento. Y es que, según dice, no cuenta con el apoyo de Can Misses. «Sólo me piden papeleo y me ponen pegas, así que si no puedo hacerlo por lo público lo haré por lo privado, aunque no aquí». Por ello, ya está pensando en hacer las maletas e irse a una ciudad que no le ponga trabas a la hora de crear la cooperativa. «No se trata de hacerte rico porque cada uno tenemos nuestro trabajo; queremos aprender, ayudar y hacer cosas nuevas».
A pesar de todo, este médico se siente un «privilegiado» por poder hacer frente al gasto que supone vivir solo en Ibiza. «Pago 750 euros por un piso de una habitación en Santa Eulària. Cobro bien y puedo permitírmelo, pero eso no quiere decir que sea tonto», lamenta. La realidad es que la idea de la cooperativa lleva varios años en su mente y, tal y como está la situación del alquiler en la pitiusa mayor, no será viable, en los próximos meses. «Confío en que esto, algún día, mejore y que, aunque nos vayamos, podamos volver y hacerlo posible», dice.