Mañana a las 20.00 horas Es Nàutic Sant Antoni acoge la conferencia La primera circunnavegación de la tierra de Magallanes y Juan Sebastián Elcano. La impartirá Enrique J. Román, uno de los mayores expertos que hay actualmente sobre esta expedición que salió de Sevilla el 10 de agosto de 1519 y llegó a Sanlúcar de Barrameda, en Cádiz, más de tres años después, el 8 de septiembre de 1522.
Román, que además de exdeportista, profesor y psicólogo, es presidente del Círculo de Artesanos de Sanlúcar y forma parte de la comisión Sevilla-Sanlúcar de la Junta de Andalucía para organizar los actos del V Centenario de esta expedición que comenzarán el año que viene, desgranará con todo detalle esta expedición a la que calificó ayer en exclusiva para PERIÓDICO DE IBIZA Y FORMENTERA «como más importante para la historia de la humanidad que la llegada del hombre a la Luna o los viajes de Colón».
No en vano, el viaje que llevaron a cabo los hombres liderados primero por el portugués Fernando de Magallanes y después por el guipuzcoano Juan Sebastián Elcano originaron grandes cambios para la civilización de aquella época. Según Román «se pasó del mundo antiguo al moderno, se consiguió concretar que la tierra era redonda con medidas más o menos exactas, se dió el primer paso hacia la globalización al descubrirse unas rutas comerciales que unieron Europa, América y Asia y que hasta entonces eran impensables e, incluso permitió la colonización de Filipinas, el único país católico de todo Asia».
Un «viaje fascinante lleno de penurias»
Sin embargo, el viaje de Fernando de Magallanes financiado por la corona española de Carlos I supuso un viaje plagado de penurias. De hecho, Roman recordó que de la expedición que partió de Sevilla en agosto de 1519, compuesta por 250 hombres de Castilla, Francia, Grecia, Italia, Irlanda, Inglaterra o Alemania y distribuidos en las naves Trinidad, San Antonio, Santiago, Concepción y Victoria, únicamente regresó a puerto más de tres años después ésta última, con sólo 18 tripulantes a bordo y con Juan Sebastián Elcano como maestre. Posteriormente, fueron liberados otros 16 marineros que habían quedado prisioneros de los portugueses en Cabo Verde.
Gracias a la información que ha consultado durante los últimos años en el Archivo de Indias y al diario personal del marinero italiano Antonio Pigafetta y que tituló Relación del primer viaje alrededor del mundo, Román ha podido conocer con detalle las costumbres de vida, la forma de vestir, la alimentación y el día a día de esta expedición llena de engaños, juicios sumarios, batallas, muertes por inanición, luchas por el poder o deserciones como la de la nao San Antonio, cuya tripulación se sublevó en el estrecho de Magallanes para retornar a Sevilla el 6 de mayo de 1521.
«Fue una expedición comercial que buscaba llegar a las islas de las especias navegando hacia el Oeste, sin bordear toda la costa occidental de África, y regresar a España en algo más de dos años pero que debido a la falta de cartas de navegación de esa zona del mundo y a que los cálculos del cosmógrafo portugués y amigo personal de Magallanes Rui Faleiro, fueron erróneos, todo se complicó hasta el límite de lo humanamente posible», resume.
Un tiempo en el que, según Roman, la realidad superó a la ficción. «Cuando pasaron el actual Estrecho de Magallanes se encontraron con un mar al que bautizaron como Pacífico por su calma y su falta de vientos y con la imposibilidad de abastercerse durante más de tres meses». La situación fue tan desesperada que los marineros «se comían las ratas, por las que se llegaba a pagar un ducado, una fortuna para la época», o «unas galletas en forma de tarta muy comunes en las expediciones de la época pero que estaba llenas de gusanos y de orín de rata». De hecho, según Román, «los marineros comían de noche para no ver lo que ingerían o las regaban de vino para matar a los gusanos y después secarlas de nuevo». Incluso, el agua que bebían «era pútrida y hedionda».
Cronología de la expedición
Tras salir de Sevilla y tras una escala en Tenerife la travesía pasó frente a Cabo Verde y las costas de Sierra Leona, bordeó la costa norte de África y navegó a través del Atlántico hacia América. El 3 de octubre de 1519 el tiempo empeoró y la flota tuvo que detenerse por miedo a naufragar, navegando sin rumbo fijo, hasta que tras casi cuatro meses después de abandonar España, se acercó a América tocando tierra en la bahía de Guanabara (actual Río de Janeiro), el 13 de diciembre de 1519.
Desde ahí siguieron la costa hacia el sur encontrando un gran canal hacia el interior que siguieron pensando que habían encontrado la entrada al mar del Sur, nombre con el que se conocía al océano Pacífico. Tras quince días se dieron cuenta que estaban en el estuario del Río de la Plata y tras costear el litoral llegaron a la costa de lo que Magallanes llamó la Patagonia.
El 31 de marzo de 1520 buscaron refugio en la bahía Puerto de San Julián para pasar el invierno y ante la falta de provisiones, el frío y el recorte en las raciones por parte de Magallanes, capitanes y oficiales le exigieron la vuelta a España y Juan de Cartagena, Antonio de Coca, Gaspar de Quesada y Luis de Mendoza se amotinaron. La insurrección concluyó con la muerte de Mendoza, capitán de la Victoria, la ejecución de Quesada, el destierro de Juan de Cartagena y el clérigo Pedro Sánchez de la Reina en aquellas tierras deshabitadas, y el perdón de más de cuarenta hombres «por necesarios para la expedición», entre ellos, Elcano.
El 3 de mayo se perdió la nave Santiago, estrellada contra las rocas de la desembocadura del río Santa Cruz en Argentina, y entre el 21 de octubre y el 27 de noviembre de 1520, se consiguió pasar el estrecho que une los dos océanos y que fue bautizado como Estrecho de Todos los Santos. Según las crónicas, para cruzarlo una nave se adelantaba en exploración buscando el mejor camino y volvía después sobre sus pasos para hacerse seguir por el resto hasta la zona explorada.
El 21 de noviembre de 1520 comenzó el periplo por el Pacífico con sólo tres naves ya que la San Antonio se había sublevado antes de cruzar el estrecho y había regresado a España. En aquel mar estuvieron tres meses sin descubrir ningún punto de tierra firme, por lo que la hambruna, el escorbuto y el hambre azotaron a la tripulación hasta la llegada el 6 de marzo de 1521 a la isla de Guam, en el actual archipiélago de las islas Marianas, y que ellas bautizaron como Islas de los Ladrones. El 16 de marzo llegaron a Sámar, siendo los primeros europeos en avistar Filipinas, renombradas como Islas de San Lázaro.
Allí Magallanes intentó convertir a los indígenas al cristianismo y mantener una paz estratégica con algunos entrando en batallas entre distintos jefes. En la madrugada del 27 de abril de 1521 el capitán de la expedición y 50 hombres llegaron a la playa de Mactán para luchar contra Lapulapu y 1000 de sus partidarios que acabaron con su vida cuando estaban apenas a unos días de las islas de las especias.
A su sucesor, Duarte Barbosa lo mataron a traición en Cebú junto a 30 de sus hombres en un banquete trampa organizado por el rajá, y el resto de los 108 supervivientes acordaron en la isla Bohol quemar la Concepción distribuyéndose entre las otras dos y nombrar jefe de la expedición al piloto Juan López de Carvalho. Éste fue sustituido a finales de septiembre de 1521 por Gonzalo Gómez de Espinosa mientras que se acordó dar a Juan Sebastián Elcano el mando de la Victoria. Juntos llegaron a las Molucas el 7 de noviembre de 1521 y el 18 de diciembre con las dos naves cargadas de clavo quisieron partir hacia España. Sin embargo, se descubrió una vía de agua en la Trinidad que obligó a su reparación. Se acordó que la Victoria volviera a España por la ruta de la India y que la Trinidad se quedase en el puerto de Tidore para ser reparada y regresar por el Pacífico hasta Panamá.
Espinosa completó la reparación el 6 de abril de 1522 y se hizo a la mar, pero los continuos temporales impidieron su avance, dañando gravemente la nave. Tuvo que pedir auxilio al capitán portugués Antonio de Brito que hizo prisioneros a sus 17 tripulantes.
Mientras, Elcano, que había partido el 21 de diciembre al mando de la Victoria, atravesó el Índico, dió la vuelta a África evitando cuidadosamente los puertos controlados por los portugueses y finalmente completó la primera circunnavegación del globo. Recaló en Sanlúcar de Barrameda el 6 de septiembre de 1522 aunque apenas se detuvo porque quería remolcar la nave por el Guadalquivir hasta Sevilla debido a su mal estado. Finalmente, dos días después atracaron en la capital andaluza donde desembarcaron a la mañana siguiente, en camisa y descalzos, con cirios en las manos y en procesión hacia la iglesia de Nuestra Señora de la Victoria y a la Virgen de la Antigua de la Catedral de Sevilla a quien se habían encomendado antes de iniciar el viaje.
PASARON A LA HISTORIA
18 supervivientes de los 250 que salieron
En Sanlúcar de Barrameda hay una placa con los nombres de los marineros que llegaron a tierra tras más de tres años a bordo de la nave Victoria. Éstos fueron Juan Sebastián Elcano, de Guetaria, en Guipúzcoa; los pilotos Francisco Albo, de Axio, Miguel de Rodas, de la ciudad griega de Rodas, y Juan de Acurio de Bermeo; el sobresaliente y cronista de la expedición, el italiano Antonio Pigafetta; los marineros Martín de Yudícibus, Nicolás el Griego, Miguel Sánchez de Rodas, Antonio Hernández Colmenero, Francisco Rodríguez, Juan Rodríguez y Diego Carmena Gallego; el artillero Hans de Aquisgrán; los grumetes Juan de Arratia, Vasco Gómez Gallego, Juan de Santandrés; el paje Juan de Zubileta, y el barbero o médico Hernando de Bustamante, de Mérida. Posteriormente gracias a la mediación de El Cano, Albo y de Bustamante, se liberó a los hombres de la Victoria retenidos como prisioneros en Cabo Verde y que regresaron algunas semanas más tarde a Sevilla, vía Lisboa.
LA CITA
LA PRIMERA CIRCUNNAVEGACIÓN..
Ponente: Enrique J. Román
Día: Viernes 23 de febrero
Hora: 20:00 horas
Lugar: Es Nàutic de Sant Antoni
Precio: Gratis