El grupo ecologista GEN-GOB se ha propuesto desde hace unos meses concienciar a los niños de Ibiza para que cada vez haya menos plásticos en nuestras playas. Algo que está llevando a cabo gracias a una ambiciosa e interesante campaña llamada Protocol-Plàstic 0 a les escoles que está llevando a cabo en colaboración con la organización Observadors del mar, el científico Luis Francisco Ruiz-Orejón y el Centre d'Estudis Avançats de Blanes (CEAB-CSIC).
Según explicó ayer a PERIÓDICO DE IBIZA Y FORMENTERA, Agnès Vidal, coordinadora del servicio de educación ambiental del GEN-GOB, la intención es que los niños sepan que estamos ante uno de los problemas más importantes que nos acechan actualmente y para el futuro. «Tenemos que darle la importancia que se merece a este tema porque según algunos estudios actuales, dentro de 30 años habrá más plásticos que peces en nuestros mares, y en el caso de Balears, ya se calcula que en nuestras aguas tres de cada diez peces tienen en su interior plástico», explicó al respecto Vidal.
Hasta el momento, el proyecto Protocol-Plàstic 0 a les escoles únicamente se había desarrollado en playas de Alicante y de Cataluña. Desde hace unos meses ha llegado a Ibiza y según la representante del GEN -GOB el resultado «está siendo increíble» viendo el nivel de respuesta y de concienciación que se están encontrando entre los estudiantes. Por él ya han pasado unos 30 grupos de casi todos los colegios de la isla, todos estudiantes de 2º y 3º ciclo de Primaria, es decir, niños de 3º a 6º de Primaria, y «la respuesta no ha podido ser más positiva viendo todo lo que preguntan y todo lo que se llevan para casa una vez que terminamos la actividad».
Muestras de siete playas
El proceso que está llevando a cabo el equipo del GEN-GOB es el siguiente. Primero seleccionaron siete playas de la mayor de las Pitiusas – Cala Boix, Cala d'Hort, Santa Eulària, Sant Antoni, Talamanca, Platja d'en Bossa y Benirrás – y después fueron trazando en ellas cuadrículas a lo largo de unos cien metros de terreno para recoger las muestras. Según Agnès Vidal cada una de estas cuadrículas tiene un tamaño de cincuenta por cincuenta centímetros y de ellas cogieron la arena a nivel superficial para meterla en unas bolsas que posteriormente entregaron a los alumnos y que en clase extrajeran y clasificaran los plásticos para mandárselos posteriormente al científico Luis Francisco Ruíz-Orejón. «Con esto estamos consiguiendo dos cosas muy importantes, primero la concienciación sobre los plásticos y después el que los niños se sientan partícipes y sepan como son los protocolos de un estudio científico serio y concienzudo», aseguró la educadora ambiental.
En estas bolsas se ha encontrado de todo y por eso impacta tanto a los niños. Según Vidal, tras un día de temporal en la playa de Cala d'Hort encontraron en sólo una cuadrícula más de 1.400 plásticos, 1.200 de ellos pequeñas bolitas procedentes de la fragmentación por el paso del tiempo, y entre los otros doscientos había todo tipo de cosas, fundamentalmente trozos de muñecos y palos de chupachups. Algo muy alarmante porque supone un grave peligro para la fauna del mar y para el ser humano, ya que al final estamos comiendo animales contaminados. De hecho, además, del proceso de selección y catalogación de plásticos, una de las cosas que más impacta a los niños es, según la educadora del GEN-GOB una imagen que se proyecta en el Power Point con la fotografía de un pez de un gran supermercado que había sido abierto para ser limpiado y estaba repleto de contaminación. «No es cuestión de que tengan miedo, de que no coman nunca más pescado o de que no vayan nunca más a la playa, es, sólo cuestión de que sepan que hay que reciclar, que no se puede consumir tanto plástico y que no se puede echar cualquier cosa al mar porque su futuro y el de esta isla tan bonita en la que viven está en juego», concluyó Vidal.
LA CIENCIA CIUDADANA
La Declaración de Lanzarote de 2016
Los microplásticos, piezas menores de a 5 milímetros, están en casi todos los mares y océanos y sus costas. Hay dos tipos, los de producción industrial y los de producción secundaria que provienen de objetos de plástico mayores de 5 milímetros que con la acción del sol y otros fenómenos físicos se fragmentan en porciones más pequeñas.
Tienen un gran impacto en los ecosistemas marinos ya que, como se demostró en el congreso de mayo de 2016 en Lanzarote, entran en la cadena alimentaria a través de los peces que los ingieren y son causa de muerte de muchas especies marinas. El 21 de junio de 2016, con los resultados de este congreso, se publicó la Declaración de Lanzarote en la que, a partir de evidencias científicas, se puso de manifiesto «la urgente necesidad de acción y de compromiso social y político» y se planteó lo valioso de la ciencia ciudadana, es decir, la investigación gracias a la contribución de personas no especializadas. Y partiendo de esto, el objetivo de Protocol – plàstic 0 a les escoles es involucrar a alumnos y docentes en hacer un diagnóstico de la contaminación por residuos plásticos en las playas de sus municipios.