Ibiza, con un aumento del 7,9 por ciento, fue la isla de las Illes Balears donde más creció la criminalidad en 2017, mientras que Formentera fue la única isla donde se registró un descenso de las infracciones penales con una reducción del 13,7 por ciento.
Según los datos hechos públicos ayer por el Ministerio del Interior a partir de los balances de la Policía Nacional, la Guardia Civil y las policías locales integradas en el sistema estadístico general, el año pasado se denunciaron en Balears 72.157 infracciones penales, lo que representó un incremento del 5,9 por ciento respecto a 2016, cuando los delitos de trascendencia penal denunciados ascendieron a 68.160.
En el desglose por islas, Ibiza fue donde se registró un mayor repunte (7,9 %), seguida de Mallorca ( 5,6 %) y Menorca (5,8 %), mientras que Formentera fue la única que registró un descenso de los delitos con una reducción del 13,5 por ciento.
Al margen de las estadísticas registradas en Palma, el balance del Ministerio del Interior recoge también los municipios baleares de más de 30.000 habitantes. Así, el balance recoge el descenso de las infracciones penales del 6,8 por ciento registrado en la ciudad de Ibiza y la caída del 3,1 por ciento en Santa Eulària.
Encabezando la criminalidad
Las Illes Balears y Cataluña, con incrementos de la tasa de criminalidad del 5,9 y el 4,5 por ciento, respectivamente, encabezan las subidas del número de delitos y faltas en España durante 2017.
La tasa de criminalidad en España subió ligeramente en 2017, año que cerró con un incremento del 1,8 por ciento de las infracciones penales, entre las que destacan los aumentos de las violaciones (de los delitos de carácter sexual en general) y de los homicidios, que vuelven a situarse por encima de los 300 anuales.
Según los datos del Ministerio del Interior, las infracciones más numerosas en las islas en 2017 fueron los hurtos, 29.183, que aumentaron un 4,4 por ciento.
La siguiente vulneración de la ley más frecuente en el conjunto de las islas fueron los robos con fuerza, que ascendieron a 4.281, un 0,5 por ciento más, de los que casi tres cuartos se produjeron en domicilios, un capítulo que creció un 0,7 por ciento.