El primero de los 160 cruceros que harán este año escala en Ibiza atracó ayer a primera hora del día en el muelle viejo del puerto de Vila. Procedente de Cartagena y con destino a la ciudad francesa de Sète, el Saga Pearl II, un buque de bandera maltesa de 164 metros de eslora y capacidad para 449 pasajeros, llegó a Ibiza recibido primero por la lluvia y después por un fuerte viento que no invitaban demasiado a hacer turismo.
Ajenos al mal tiempo, algunos valientes pasearon por la mañana por los casi desiertos andenes del puerto y las calles de Dalt Vila. Una pareja de cruceristas procedentes de Sussex explicaron que habían subido hasta la Catedral y calificaron de «gran experiencia» su visita a la ciudad de Ibiza. «Preferimos el viento y el frío. En verano hace mucho calor y hay demasiada gente», señalaron.
De la misma opinión era otro matrimonio de británicos que venía a Ibiza por segunda vez y que estaban encantados con el tiempo gris, perfecto para visitar el portal de ses Taules y hacer una excursión por Dalt Vila. En su caso, no les importaba que una gran parte de los comercios del puerto no estuvieran todavía abiertos. «No nos gusta ir de compras», afirmaron taxativos.
Cristina, la dueña de la tienda de ropa Can Prieto, lamentaba que el mal tiempo no animara a los cruceristas a pasear por la ciudad. «Lo tenemos un poco crudo», afirmó la propietaria dado que el viento y la lluvia también impidieron que pudieran sacar los percheros de ropa a la calle. Hoy otro crucero hará escala en Ibiza y esperan que el ambiente esté más animado. En caso contrario, confían en la Semana Santa. «Esperaremos a los turistas que vengan en avión», afirmó Cristina.