La liquidación del presupuesto de 2017 del Ayuntamiento de Eivissa es, para el Partido Popular, una «prueba de la ineficacia» del actual equipo de gobierno, «no sólo en la gestión de recursos económicos, también a la hora de cumplir con la ley de transparencia». «Si no llega a ser por nuestras reclamaciones, este documento no se hubiese hecho público hasta el momento del pleno» reiteró ayer Virginia Marí, portavoz del PP de Vila.
Según el balance del Partido Poular, en el capítulo de inversiones, «sólo se ha ejecutado un 33 % del total previsto en el presupuesto», explicó Marí. Esto supone que de los casi 10 millones de euros disponibles, el Ayuntamiento ha gastado 3,3 millones de euros, «posiblemente, la inversión más baja que se haya dado en los municipios de Baleares en esta legislatura», apuntó la exalcaldesa.
El Partido Popular considera que el equipo de gobierno de PSOE-Guanyem «ha fracasado» porque «los presupuestos deberían estar dirigidos a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y con un 33 % de inversión poca mejora se puede hacer». Del análisis de esta inversión, el grupo popular ha determinado que «se han invertido 67 euros de media por ciudadano», una cifra «desproporcionada en relación a los 817,8 euros que ingresó por cada uno de ellos mediante tasas e impuestos directos e indirectos», detalló el concejal del PP Alejandro Minchiotti.
Con respecto a la liquidación presupuestaria, Marí aseguró que se demuestra que tenían razón y que «el presupuesto, el más alto de la historia según Rafa Ruiz, estaba inflado». El Ayuntamiento «había previsto ingresar 76 millones de euros, pero al cierre del año han sido 62,2 millones, un 20 % menos». En cambio, los gastos «ascienden a 64.6 millones de euros, 2,4 millones más que lo ingresado». Por lo que el Ayuntamiento de Vila «ha cerrado el ejercicio de 2017 con déficit», según el concejal del PP.
Esta desigualdad entre el presupuesto y la liquidación ha provocado que «de los 11,5 millones de euros que no han gastado, sólo seis millones se puedan incorporar al presupuesto vigente». Los 5,5 millones de euros restantes «se han perdido por no haberse gastado en su momento», declaró Minchiotti.
El Ayuntamiento de Vila cerró 2017 «con un 49,7 % de las sanciones pendientes de cobro» y facturas pendientes por valor de 1,6 millones de euros, de las cuáles «casi 463.000 euros corresponden a deudas con proveedores y cerca de 828.000 euros a subvenciones. Por lo tanto, mienten una vez más al decir que son el gobierno de las personas», dijo el concejal popular.
En este sentido, los populares recalcaron que la concejalía de Urbanismo y el área de Servicios Sociales son las que tienen porcentajes más altos de no ejecución, «cuando supuestamente eran su prioridad». Lo mismo que con «la cultura, el deporte o la lucha contra el desempleo, otros de sus pilares».
Por su parte, el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Eivissa acusó ayer al Partido Popular de «inventarse indicadores inexistentes o, más grave todavía, manipular información del expediente de liquidación presupuestaria».