Mucho tiempo ha pasado desde que una jovencísima Pilar Costa Serra (Ibiza, 1967) arrebatara en 1996 el senador pitiuso a la derecha. Desde entonces, Costa ha presidido el Consell Insular d'Eivissa i Formentera (1999–2003), fue consellera insular con Xico Tarrés y ha formado parte del Govern balear en dos ocasiones. Primero con Francesc Antich como consellera de Interior (2009–2011) y ahora como consellera de Presidència con Francina Armengol. Dicen de Costa que es la mano derecha de la presidenta balear (ella asegura que es la izquierda) y se muestra entusiasmada de compartir Ejecutivo con Fanny Tur, con quien ya trabajó codo con codo cuando presidió el Consell pitiuso.
—El pleno del Consell d'Eivissa ha aprobado esta semana por unanimidad pedir al Govern balear que cambie la Ley de Publicidad Institucional para que no se dé dinero público a medios que publiquen anuncios relacionados con la prostitución. ¿Atenderá el Govern esta petición del Consell?
—Desde el Govern ya trabajamos desde hace meses para que haya una limitación de la publicidad relacionada con la prostitución que, quiero recordar que tanto en el Pacto contra las violencias machistas como en la Ley de Igualdad todo lo relacionado con la prostitución está considerado una forma de violencia machista. Por lo tanto, todas las medidas que se tomen, como en este caso limitar la publicidad, son bienvenidas. Eso sí, tenemos que hacerlo compatible con la Ley de Publicidad Institucional que obliga a las instituciones a que también se tenga en cuenta las audiencias de los medios. Lo ideal es que hubiera una autorregulación por parte de los medios de comunicación. Desde el Govern ya estamos trabajando en este sentido y ya veremos si esto supone cambiar la ley. También quiero volver a felicitar a Periódico de Ibiza y Formentera y a TEF por eliminar de forma unilateral este tipo de publicidad.
—¿Se tomará alguna medida para provocar esta autorregulación, se reunirá con los medios de las islas?
—Otras comunidades ya lo están haciendo, como la Comunidad Valenciana y Andalucía, donde se firmó un protocolo de intenciones de todos los medios con la Junta y a mí me gustaría que en Baleares pasara una cosa parecida siendo conscientes de que hay medios que tienen una parte de ingresos importante por este concepto y que defenderán, pero nosotros como administración pública tenemos que defender que se erradique este publicidad en los medios.
—¿Francina Armengol y el PSOE están secuestrados por Més?
—No, en absoluto. Esto es según quién la crítica porque hay otros que dicen lo contrario y aseguran que es el PSOE el que copa la mayoría de políticas del Govern. Pienso que hay un equilibrio de las fuerzas políticas y que la diversidad entre PSOE y Més es la que votó la gente. Nadie está secuestrado por nadie y haciendo el trabajo que queremos y al que nos comprometimos en los Acords pel Canvi al principio de legislatura y no sólo los partidos que están dentro del Govern sino también los que nos apoyan desde fuera, como Podemos.
—Pasado el tiempo, ¿cree que Podemos hubiera estado mejor dentro del Govern? ¿Le incomoda que a la vez estén apoyándoles pero también haciendo oposición?
—Yo siempre he defendido que siempre es mejor están dentro de un gobierno y en estos momentos seguro que Podemos también lo preferiría. Cuando uno está dentro de un gobierno eres más corresponsable para lo bueno, porque te permite tomar las decisiones y en primera línea, pero también para lo malo. En cualquier caso, estamos satisfechos del apoyo que tenemos de Podemos porque han participado en leyes y en muchas decisiones que hemos tomado desde el Govern.
—Las grandes polémicas de la legislatura han venido de parte de sus socios de Més. ¿No se hace incómodo un compañero de viaje como éste?
—Creo que sería injusto generalizar. Estamos absolutamente cómodos con nuestros compañeros de viaje de Més, otra cosa es que haya habido problemas en la gestión de determinadas conselleries de Més pero el Govern fue ejemplar a la hora de exigir responsabilidades políticas y se tomaron de forma inmediata. Incluso también se nos ha criticado por haber tomado decisiones políticas cuando ni tan siquiera había habido ningún pronunciamiento judicial.
—¿El PSOE habría aprobado este decreto sobre el catalán en la sanidad si hubiera mandado en solitario en el Govern?
—Quiero recordar que el PSOE ya defendió recuperar el catalán como requisito en la función pública como ya había sido antes de que Bauzá hubiera sido presidente del Govern balear. Tenemos una Ley de Normalización Lingüística desde el 86 con un amplio consenso –entonces gobernaba el Partido Popular– y una Ley de Función Pública de 2007. Tenemos que estar orgullosos y defender nuestra lengua propia y lo que dice la ley es que para acceder a un empleo público es requisito saber catalán. También dice la Ley de Función Pública que en aquellos casos, y habla concretamente de sanidad, en los que pudiera haber algún tipo de dificultad a la hora de tener determinados profesionales se podrán hacer excepciones. Y con este decreto lo que se ha hecho es regular estos casos en los que se piensa que puede haber dificultades y se ha llegado a la conclusión que para estas oposiciones y teniendo en cuenta que hace más de ocho años que no había habido oposiciones en el sector sanitario se exime a todas las personas del título de catalán y se podrá presentar todo el mundo. Lo que se hace es dar más tiempo, dos años, para poder adquirir esta capacitación lingüística de conocimientos básicos, porque sólo se pide el B1.
—Pero los profesionales y otros sectores señalan que este decreto dificulta la llegada de profesionales a nuestras islas.
—Respeto la opinión de determinados profesionales pero hay otros que no defienden lo mismo, hay opiniones para todos los gustos. Lo que sí que creo que sería desmesurado es decir que la falta de profesionales en Ibiza está motivado porque aquí tenemos una lengua propia. Es injusto y no refleja la realidad porque la falta de profesionales sanitarios se da, desgraciadamente, en toda España. En un diario de Andalucía, donde solo tienen una lengua oficial, leía el otro día que también hacían una llamada por la misma falta de profesionales, por lo que ligar una cosa con la otra es querer crear polémica innecesariamente y llevar un debate irracional de un tema que nunca ha sido un problema. ¿Que tenemos dificultades en encontrar profesionales? Sí, pero como en muchos otros sitios.
—¿Tienen miedo de que este decreto les pase la misma factura que a Bauzá con el TIL?
—No creo que sea comparable pero todas las opiniones y críticas se tiene que respetar. Creo que con el TIL había casi unanimidad en contra de él mientras que el decreto del catalán ha salido aprobado en la mesa de negociación con los sindicatos con un 65 %. Es cierto que no es por unanimidad y que hay gente que sigue criticándolo pero ahora lo importante es animar a la gente para que se presente a las oposiciones, salen 5.000 plazas a concurso, y acabar con la interinidad, que ha sido lo que más ha dañado a la sanidad pública. Esperamos poder dar estabilidad al sector sanitario y que no se creen polémicas estériles cuando sabemos que no es la causa principal de la falta de profesionales, porque hace muchos años que sufrimos esta carencia y no era por culpa de este decreto.
—La presencia de dos ibicencas en el Govern hacía pensar que el Ejecutivo balear sería más sensible a las demandas que se hacen desde Ibiza pero en cuestiones como el reparto del impuesto sobre el turismo sostenible ha habido muchas críticas. ¿Es tan difícil luchar contra el centralismo mallorquín?
—Ahora yo podría hacer el discurso fácil de que Mallorca nos mata pero no sería rigurosa. He visto muchas veces críticas fáciles sin conocer los números que hay detrás. Por ejemplo, en lo que la gente conoce como ecotasa no es cierto que Ibiza haya salido perjudicada. Es falso. Se ha dicho que en 2017 Ibiza recibiría menos proporcionalmente que otras islas pero no se tiene en cuenta que en 2016 Ibiza recibió 900.000 euros más de lo que le tocaba y fue la isla más beneficiada. Pero lo más importante es que el impuesto turístico nos permitirá financiar grandes proyectos que de otra forma no tendrían financiación, como el de reforma de la bahía de Portmany, el del paseo de ses Figueretes o la Escuela de Hostelería en sa Coma.
—¿Y no habría sido mejor que cada isla gestionara lo que recauda?
—Lo mismo podríamos decir de otros impuestos como el IVA o el IRPF pero en este caso es el Govern el que recauda este impuesto porque es quien ha hecho la ley, pero cualquier municipio podría hacer lo mismo. También me hace gracia que gente que ha criticado este impuesto diga que recibimos poco, es un poco contradictorio y no muy coherente el estar en contra y a la vez decir que hay que recibir más. Este año se ha doblado el impuesto y creo que es una buena época para hacerlo porque vienen muchos visitantes y es una manera de tener más ingresos. Quizás no haría falta si estuviéramos mejor financiados.
—¿Este incremento en el impuesto cree que puede afectar a la llegada de turistas o es un debate superado?
—Pienso que los que en su día lo decían ahora lo hacen con la boca cada vez más pequeña porque no es creíble que con las temporadas que hemos tenido desde 2016 y la que se prevé que tengamos este año pueda afectar este impuesto. Y lo que vemos en Europa es que cada vez hay más ciudades que implantan este impuesto.
—En cuanto a promoción turística escuchamos al PP decir que con el nuevo sistema aprobado Ibiza ha perdido dinero mientras que el Consell d'Eivissa asegura que ahora recibiremos más. ¿A quién tenemos que creer?
—Que cada uno saque sus conclusiones pero yo lo que puedo decir es que con el decreto que acabamos de aprobar del traspaso de promoción turística a todas las islas supondrá casi tres millones de euros más de aquí a 2022 que el que se aprobó en 2015. Esto está negro sobre blanco. Cuando el PP dice, con la boca pequeña, que se han perdido seis millones de euros no se lo creen ni ellos, no está escrito en ningún sitio.
—Ustedes han elaborado un marco legal para que Formentera puede limitar la entrada de vehículos a la isla y el Consell d'Eivissa ha pedido que esta limitación no afecte a los ibicencos. ¿Se aceptará la alegación del Consell d'Eivissa?
—La ley tiene que ser debatida en el Parlament una vez se reciban todas las alegaciones. Soy partidaria de tener este debate con total serenidad y esto no acabe siendo un tira y afloja entre Ibiza y Formentera. Me parecería razonable que Formentera tuviera en cuenta el vínculo especial que tiene con Ibiza e incluso iría más allá y lo ampliaría al resto de Balears.
—Desde Ibiza también se ha pedido una ley parecida para la mayor de las Pitiusas.
—Formentera llevaba años con este debate social y por esta razón se ha llegado a una unanimidad política y social. En Ibiza lo veo más verde y no percibo exista esta unanimidad. Otro tema es si no se tendrían que plantear medidas de racionalización y que, por cierto, los diferentes municipios también pueden regular el tráfico que puedan o quieran soportar en su territorio. Las decisiones hay que tomarlas habiéndolo pensado bien y no porque ahora como Formentera tiene una ley nosotros también queramos tener la misma u otra distinta.
—A los socialistas también se les ha criticado desde ciertos sectores por haber beneficiado ciertos intereses en Platja d'en Bossa con la aprobación de la nueva Ley de Urbanismo.
—A los socialistas nos han tocada muchas veces arreglar los despropósitos en materia turística que durante tanto tiempo se han llevado a cabo en esta isla y en el caso de Platja d'en Bossa, aunque también hay otras zonas de Sant Josep afectadas, es intentar dar una solución urbanística a una zona que ya está construida y que en ningún caso se permite ni un solo centímetro más de lo que ya hay. Defender que las zonas donde ya existe una mala urbana es rústico como si fuera es Amunts me parece desmedido. Sant Josep se ha encontrado con muchas dificultades, y no sólo en Platja d'en Bossa, a tantos años de desmanes en materia urbanística.
—¿El Govern se planteó comprar s'Espalmador?
—Recibimos una petición de colaboración por parte del Consell de Formentera y de su presidente. Entonces se hablada de unos 20 millones de euros y evidentemente en nuestras arcas no se contemplaba gastar este dinero para comprar una isla. Lo ideal sería que estuviera en manos públicas pero, para tranquilidad de todos, s'Espalmador tiene absoluta protección ambiental y urbanística. Contactamos con Vicepresidencia del Gobierno, nos dijeron que estudiarían el tema pero pasó el tiempo y no llegó a buen puerto. Imagino que por su elevado precio tampoco ninguna institución planteó que se comprara con el impuesto turístico.
—Este año se ha puesto en marcha la Oficina Anticorrpción, ¿para qué servirá?
—La Oficina Anticorrupción depende del Parlament balear y, por lo tanto, independiente de cualquier poder político. Tampoco es ni una Fiscalía ni un juzgado sino que tiene que hacer una primera labor investigadora desde un punto de vista administrativo, como denuncias que pueda recibir de ayuntamientos o instituciones. Esperamos que sirva como medida preventiva después de tantos casos de corrupción que hemos tenido en Baleares.
—¿Está libre, entonces, de cualquier presión su director, Jaume Far, por parte del Govern?
—Eso habría que preguntarle a él pero estoy convencido que por el perfil y profesionalidad del señor Far, que yo no conocía de nada, en la Agencia Tributaria puede ayudar a que funcione bien la Oficina.