Una granada de mortero localizada en las obras de la depuradora de sa Coma y un proyectil hallado en una construcción particular en Platges de Comte. Dos artefactos explosivos que mantenían su carga y que fueron desactivados por Técnicos Especialistas Desactivadores de Artefactos Explosivos (Tedax) de la Guardia Civil.
Según informaron ayer desde la Oficina Periférica de Comunicación (OPC) de la Guardia Civil, en ambos casos los artefactos fueron detonados de forma controlada en los lugares donde se hallaron tras comprobarse que tenían la carga explosiva activa.
Los agentes especializados se desplazaron hasta los puntos donde habían descubiertos en el movimiento de tierras. Tras analizar la situación y el estado de los artefactos se optó por su detonación controlada.
Desde la Guardia Civil hacen un llamamiento a la precaución a quien se tope con una situación similar y advierten de la «peligrosidad» de los proyectiles antiguos.
En este sentido, hacen hincapié en que este tipo de artefactos pueden causar «daños extremadamente graves» ya que, a pesar de su antigüedad, mantienen sus cargas «intactas y activas».
«La mayor seguridad ante este tipo de objetos es no tocar ni mover» y avisar del hallazgo a los servicios de emergencia, subrayan desde el Instituto Armado.
Además de los dos artefactos explosivos localizados en Ibiza, en los últimos quince días los especialistas en explosivos de la Guardia Civil también han desactivado un tercer artefacto localizado en Mallorca, en este caso una granada de mortero sin espoleta que fue hallada en la zona de Cap Blanc.
Las detonaciones se realizaron ‘in situ' ya que se trataba de lugares aislados y sin peligro alguno para personas o bienes, explicaron las mismas fuentes.