Una persona hace uso de un taxi pirata y, al concluir el trayecto, se baja del coche. El taxista pirata extiende la mano reclamándole (en inglés) el dinero y haciendo gestos y el usuario le da la mano a modo de saludo diciéndole que ya le ha pagado.
El taxista pirata se toca el bolsillo diciendo que no le ha pagado, el usuario dice que sí que le ha pagado antes cuando ha entrado en el coche y que si no está de acuerdo que llame a la policía.
El taxista pirata, consciente de que no puede llamar a la policía porque está haciendo algo ilegal, se da por vencido. El usuario cierra la puerta y dice: “Venga, hasta luego”. Sin duda, un ‘sinpa' en toda regla, con aires de venganza, que está circulando por redes sociales y que deja en evidencia la existencia y tranquilidad con la que circulan los taxis pirata en Ibiza como si fueran un transporte más.