La empresa promotora del chiringuito de Cala Gració ha presentado una querella por prevaricación «por las actuaciones del Ayuntamiento de Sant Antoni en relación a la licencia del quiosco de playa». Así lo confirmó ayer el abogado de la parte denunciante, el exfiscal anticorrupción Pedro Horrach, que actúa en este caso junto al abogado David Salvá.
Horrach indicó que la querella, que está pendiente de admisión a trámite, se dirige contra el alcalde del municipio, Josep Tur Cires, la concejal de Urbanisme, Cristina Ribas, y dos técnicos municipales. La parte que representa se queja de que, aún siendo «el único chiringuito en la zona que ha presentado todas las autorizaciones habidas y por haber», el Ayuntamiento haya suspendido su efectividad.
«Creemos que la actitud del Ayuntamiento de Sant Antoni puede llegar a considerarse prevaricadora», valoró Horrach, quien quiso ser prudente respecto a este tema, dado que el escrito presentado todavía está en estudio.
Respecto a la solicitud del certificado de fin de obra, que es el motivo que se alega por parte del Ayuntamiento para justificar la suspensión del inicio de actividad, el abogado sentenció que «ni hace falta, ni se la han pedido a nadie», dado que legalmente sólo se exige una declaración responsable. Además, insistió en que no hay ningún chiringuito en toda la costa de Sant Antoni que tenga «todas las bendiciones» que ha recibido la empresa a la que representa.
«La simple intervención de un grupo ciudadano, por muy loable que sea, no puede condicionar la actividad del Ayuntamiento», argumentó en relación a los motivos que se considera que han provocado esta actuación del Consistorio.
El Ayuntamiento de Sant Antoni no quiso ayer hacer declaraciones respecto a este tema al no haber recibido en registro la querella judicial y, por tanto, no haber tenido ocasión de valorar las acusaciones planteadas en la misma.
Motivo de la querella
Tras las distintas manifestaciones de malestar por la instalación del quiosco de playa por parte de colectivos y vecinos, el Ayuntamiento de Sant Antoni llevó a cabo una revisión del expediente que autorizaba la instalación de un chiringuito junto al gasoducto entre Cala Gració y Cap Negret. Tras detectar «irregularidades» en el mismo se dio orden de paralizar su instalación y el inicio de actividad. El Consistorio justificó la suspensión del inicio de actividad por no disponer de certificado de final de obra.
Los promotores del chiringuito alegaron en su momento contra esta actuación que en ningún momento había habido licencia de obra, dado que «no es necesaria al tratarse de un quiosco desmontable».
La instalación de esta infraestructura recibió en su momento la autorización de actividad por parte de Demarcación de Costas al obtener informe favorable del Govern Balear y del Ayuntamiento de Sant Antoni.