Mayormente ligado al invierno y a los días más fríos y nublados del año, el color negro, en verano, sienta muchísimo mejor de lo que hasta ahora habías creído.
Aunque la simple idea de vestir de negro durante el verano provoca que muchas de vosotras empecéis a sudar con tan solo pensarlo, la realidad es que este color absorbe el calor y nos mantiene alejadas de él. El color negro absorbe el calor del sol pero, también, el calor de nuestro cuerpo y nos libera de él. Si además, la ropa que llevamos es holgada, se crea una corriente de aire ascendiente entre la ropa y la piel que nos ventila y aporta una agradable sensación de frescor. El secreto para no cocerte bajo el sol está en utilizar los tejidos adecuados para las altas temperaturas típicas de la temporada estival. Opta por prendas de algodón, lino o encaje y combínalas con unas sandalias del mismo color.
Aunque, desde siempre, se ha dicho de él que es el anti-color del buen tiempo, el negro siempre es una buena opción, incluso en verano, ¡claro que sí! Y es que, podríamos decir que mucho más que en cualquier otra estación del año porque resalta el moreno de tu piel de una manera mucho más sofisticada que el color blanco, porque estiliza como ningún otro color, porque destaca tu color de ojos y porque nos sienta bien a todas, tengamos el tono de piel o de cabello que tengamos.
Además, por si aún no os habíais dado cuenta, es el único color capaz de abrazar todos los estilos, alcanzando la versión más perfecta de cada uno de ellos. Sólo el negro es capaz de ser sexy, bohemio, étnico, mínimal o rock'n'roll, según la ocasión, manteniendo esta virtud de manera inalterable también durante los meses más calurosos del verano.
Elegante, sencillo, práctico, funcional y para toda la vida. ¿Por qué renunciar a todas sus bondades sólo por el hecho de que las temperaturas suban? No lo dudes ni un segundo y luce como nunca lo habías imaginado tus total looks en el color más halagador.
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