La joven gijonesa Cynthia Díaz inauguró ayer por la tarde en el Centre Antoni Tur Gabrielet de Formentera una exposición individual que ha sido bautizada con el nombre Formentera als meus ulls.
Como su propio nombre indica en ella se pueden ver hasta el próximo jueves 30 de agosto una serie de cuadros en los que esta pintora de 31 años ha captado la esencia de distintos lugares de la Pitiusa menor, isla en la que reside y donde tiene su estudio de pintura desde hace algo más de dos años. Sin embargo, Díaz va más allá en sus creaciones y en ellas se puede ver una interesante combinación de influencias tan diversas como son las obras del destacado pintor valenciano Joaquín Sorolla, la pintura impresionista y el diseño gráfico, profesión que ella misma ha estudiado y que compagina con su faceta como pintora.
«Siempre me he declarado una fan de estas tres cosas y por eso siempre he intentado que mis cuadros sean muy luminosos a base de manchas planas, volumen y mucho contraste de luces», explicó ayer la pintora a Periódico de Ibiza y Formentera.
No en vano la luminosidad es una constante en su obra. Desde que comenzó en la pintura con 13 años y desde que mostró su primera exposición con 16, sus trabajos siempre han estado marcadas por los colores vivos, llamativos y alegres. Tras dar clase con artistas tan conocidos como Favila, Humberto o Vaquero Turcios, Cynthia Díaz ya ha expuesto varias veces en Madrid, Barcelona o en su Asturias natal y ahora muestra en Formentera una veintena de sus creaciones realizadas en la Pitiusa menor. De hecho, ayer mismo estaba de enhorabuena, ya que dos de las obras que iban a formar parte de la exposición ya se habían vendido poniendo rumbo hacia Francia.
Rincones de toda la isla
Concretamente, Formentera als meus ulls está compuesta por acuarelas y acrílicos de distintos tamaños en los que el visitante podrá encontrar lugares muy reconocibles de Formentera. Tras acostumbrarse al cambio de luz, «muy distinta a la de Asturias», y adaptarse a la vida en la isla, Cynthia Díaz se dedica a pintar durante los meses de invierno los rincones que más le llaman la atención. De ellos, hay tres especialmente significativos.
Uno es el puerto de La Savina, imagen que ha sido elegida para ilustrar el cartel de la exposición, y otros son dos de sus lugares preferidos. «Llevo dos años viviendo aquí y poco a poco he ido conociendo esta maravillosa isla pero si he de elegir me quedo con la cantidad de colores azules y verdosos que tiene Es Racó de sa Pujada, bajando por el Caló de Sant Agustí y justo donde empieza el camino romano, y con la zona del acantilado de piedra de La Mola, donde siempre podemos encontrar una sorprendente variedad de tonos entre rosas y marrones».
Sin embargo, Díaz aseguró que es partidaria de que sea el visitante el que descubra sus lugares preferidos de Formentera a través de los cuadros que forman parte de la exposición. «La isla es increíble, un paraíso para toda la gente que vive allí y por eso creo que lo mejor es que la gente venga a la muestra, observe los cuadros tranquilamente y sin prisas y si le apetece compre alguno porque le guste o porque le recuerde a un lugar en el que ha pasado grandes momentos».