Las sospechas de una posible fuga de gas obligó ayer a desalojar temporalmente los 300 niños del Colegio Santísima Trinidad de Sant Antoni. El sobresalto ocurrió en torno a las 10.00 horas, cuando un olor a gas desencadenaba la activación del protocolo de emergencia y se procedía al desalojo de los 300 alumnos y una treintena de profesores y personal del centro.
Desde el colegio se alertaba al 112 y hasta el centro educativo se movilizaban rápidamente agentes de la Policía Local de Sant Antoni y Guardia Civil, así como una dotación de bomberos y personal técnico de la compañía Repsol.
Los pequeños fueron trasladados como medida de precaución a un edificio anexo perteneciente al recinto escolar, según señalaron fuentes municipales.
Paralelamente, los bomberos y los técnicos revisaban las estancias del centro y medían los niveles para localizar alguna posible fuga de gas, un extremo que finalmente fue descartado.
Minutos después de las 11.00 horas, los efectivos de emergencia y los técnicos confirmaban que todo estaba correcto y se daba luz verde para el regreso de los alumnos y del persona al centro educativo.
Pasadas las 11.30 horas el centro recuperó la normalidad y afortunadamente todo quedó en un sobresalto.