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Los empresarios de Sant Antoni reformarán una decena de hoteles por 40 millones de euros

Entre diez y quince alojamientos realizarán obras de mejora y remodelación para ofrecer mayor calidad

El Hotel Piscis es uno de los establecimientos que será remodelado.

| Eivissa |

Más de una decena de empresarios de Sant Antoni reformarán durante este invierno sus establecimientos hoteleros por un valor aproximado de 40 millones de euros, según los datos facilitados por Juanjo Planells, propietario del hostal Florencio y presidente de los hoteleros del municipio. El año pasado, 34 empresarios hoteleros del municipio presentaron ante el Ayuntamiento sus proyectos para mejorar sus negocios por un valor total de 70 millones de euros. En el global de los últimos tres años, medio centenar de alojamientos hoteleros invirtieron alrededor de 150 millones de euros en reformas, según Planells.

Además de las reformas que habrá en estos 10 o 15 hoteles de Portmany, la localidad contará con dos hoteles nuevos. Uno de ellos se construirá será un hotel-boutique en el Carrer Ample, al lado de la plaza de la Iglesia, en pleno centro histórico de Sant Antoni. En este caso, la inversión correrá a cargo del Grupo Bellamar. Su director, Josep Marí, es hijo de Vicent Marí Prats, primer alcalde de Sant Antoni en democracia.

Estas reformas se enmarcan dentro del plan de «cambiar el modelo turístico de Sant Antoni», explica Juan Planells, una imagen que el sector hotelero desea cambiar. «Es nuestro principal objetivo. Sant Antoni sigue renovándose e inviertiendo y creemos que cambiando la planta hotelera por una de mayor calidad podemos cambiar el perfil del turista que viene al municipio», asegura Planells.

Preguntado sobre si con «cambiar el modelo turístico» se refiere a cambiar el West End, que ha vuelto a estar en el ojo del huracán este verano debido al turismo de borrachera que lo frecuenta, y los nuevos cambios en el horario implementados por el Ayuntamiento de Sant Antoni, Planells hizo énfasis en la necesidad de que haya «inversión pública y privada para recuperar el West de los años 80». Planells insistió en la idea de que «no queremos que el West desaparezca», sino que la zona debería transformarse. «Creemos que debe ser un activo turístico importante», finalizó.

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