Las lluvias de ayer volvieron a provocar vertidos fecales en las fincas de ses Salines. Sin embargo, según apuntaron vecinos de la zona, estos vertidos no solo aparecen como consecuencia del temporal. Las mejoras llevadas a cabo por el Ayuntamiento de Sant Josep en los pozos de registro, con refuerzos en las tapas que se levantaron unos 60 centímetros aproximadamente mediante bloques de ladrillo fijados con cemento, volvieron a no surtir efecto. De hecho, en las imágenes que acompañan esta información puede verse cómo se ha desplazado la tapa del pozo por la presión del agua, provocando así el vertido de fecales al exterior.
Esta situación viene repitiéndose desde agosto, por lo que Sant Josep decidió invertir 175.000 euros para esclarecer su origen. Sin embargo, siguen trabajando en localizar el foco del problema y es que, en palabras de Ángel Luis Guerrero, concejal de Urbanisme, «nos está costando Dios y ayuda».
De momento, los trabajos están centrados en la zona del Hipódromo, en la rotonda que da acceso a Sant Jordi, donde han localizado un pozo al que llega agua «que no sabemos hacia dónde va porque luego ya está la autopista», matizó Guerrero. Tampoco se olvidan de la zona industrial «que es la que creemos que más problemas puede dar al ser donde desagua la red de pluviales». Según dijo el concejal, esperan tener noticias al respecto en las próximas semanas.
Asimismo, recordó que siguen sin noticias de los «tubos negros» que pasan por debajo de la autovía y por los que pidieron al Govern balear una copia de los informes al desconocer su acometido. «No nos han enviado nada todavía», señaló. «Cuando haces un proyecto está, por un lado, lo que proyectas y, por otro, lo que ejecutas; al final en un proyecto siempre hay cambios», reiteró al tiempo que dijo que «de todas maneras hemos visto que esos tubos tampoco llevan agua».