El Ayuntamiento de Sant Antoni ampliará la Zona de Protección Acústica Especial (ZPAE) en 2019 a la calle del Mar después de que las sonometrías realizadas este verano hayan dado unos niveles superiores a los que marca la normativa en este punto del núcleo urbano de Sant Antoni. «Nuestra obligación es ampliar la ZPAE hasta la calle de la Mar. Las medidas han dado resultado, la mejora es notable pero aún no hemos llegados donde queremos», señaló ayer el alcalde de Sant Antoni, Pep Tur. El tramo de la calle de la Mar afectado por la ZPAE será el comprendido entre las calles Balanzat y Prim, cuyos locales tendrán seis meses para adaptarse a la nueva normativa una vez sea aprobado por el pleno municipal.
Las mediciones acústicas que este verano el Ayuntamiento de Sant Antoni ha llevado a cabo durante tres semanas entre el 16 de julio y el 28 de agosto en seis puntos del núcleo urbano (calles Santa Agnès, Bartomeu Vicent Ramon, Cristòfol Colom, Vara de Rey, General Prim y de la Mar) han dado unos niveles de ruido menores a los registrados el año anterior –entre tres y cinco decibelios por debajo– pero superiores al límite que marca la normativa contra los ruidos, que es de 55 decibelios (dB). De hecho, Sant Antoni ha decidido incluir en la ZPAE la calle de la Mar de cara a la próxima temporada porque sus niveles están por encima de los 65 dB por la noche que marca la declaración de ZPAE, concretamente 66,85 dB, y puntas de casi 76 dB. Eso sí, a diferencia del resto de calles, la de la Mar soporta tráfico rodado.
Resultados
El punto del West End con mayor ruido este verano ha sido la calle Santa Agnès, con 73,3 dB de media, dos puntos y medio menos que los registrados en 2017. Las calle Bartomeu Vicent Ramon ha dado unos resultados de 63,1 dB, cuatro decibelios menos que en 2017, mientras que en General Prim también se han registrado 63,1 dB, un dato prácticamente igual al del verano pasado (63,5 dB).
En la calle Cristòfol Colom la caída del ruido ha sido de casi cuatro decibelios y se ha pasado de los 65,7 dB en 2017 a los 62,05 este verano. No obstante, el descenso más acusado se ha registrado en la calla Vara de Rey, con casi ocho decibelios de media menos, de 68,1 dB a 60,3 dB. «Tenemos que seguir insistiendo para que los 503 vecinos que viven en el West puedan vivir bien sin perjudicar a los negocios, que se tendrán que adaptar a las nuevas circunstancias buscando otra actividad que puedan realizar a partir de las diez de la mañana. Todos juntos tenemos que encontrar otro modelo», apuntó el alcalde, quien no descartó otras medidas en un futuro para rebajar los niveles de ruido en Sant Antoni.
Los miembros del tripartido destacaron que medidas como el cierre de locales en la zona de la ZPAE a las tres de la madrugada o la retirada de las terrazas a las 23 horas se mantendrán hasta que los niveles de ruido no bajen de los 55 decibelios.
Inspecciones
La concejala de Urbanisme i Activitats, Cristina Ribas, también anunció para el año que viene una campaña de inspecciones específicas para vigilar que cafés concierto y discotecas de la zona del West End han llevado a cabo la insonorización de sus locales. De no ser así, el Ayuntamiento sancionará a estos establecimientos (la ley balear contra la contaminación acústica establece multas desde los 600 hasta los 300.000 euros), que incluso podrían ver cómo se les precinta sus equipos de música hasta la clausura de la actividad.
El concejal de Medi Ambient, Pablo Valdés, anunció que la intención del tripartito antes de que finalice la legislatura es llevar a cabo mediciones sonométricas en otros puntos del núcleo urbano de Sant Antoni.