La lucha emprendida por familias como la de los ibicencos Dani Viñals o Vanesa Patricio Escandell sigue avanzando. Ayer, la Comisión de Justicia del Congreso aprobó, con 28 votos a favor y 9 en contra, el informe de la ponencia sobre la reforma del Código Penal que tipifica como delito huir del accidente después de haberlo causado, que se castigará con hasta 4 años de cárcel.
Es el penúltimo paso en el Congreso de la proposición de ley de reforma del Código Penal, que será previsiblemente aprobada en el Pleno de la Cámara Baja este mismo jueves antes de pasar al Senado.
Más de un año después de que la iniciativa se tomara en consideración, los principales grupos dieron ayer su visto bueno al texto discutido en la ponencia, salvo el de Unidos Podemos, al entender, según su diputado Jaume Moya, que el Código Penal deber reservarse para los ilícitos más graves.
Si se mantiene el sentido de voto, el jueves el Congreso respaldará que se agraven las penas de las imprudencias al volante, en especial las derivadas del exceso de velocidad y el consumo de alcohol y drogas, y que sea delito el abandono del conductor después de causar un accidente.
Todo ello después de la lucha que por conseguirlo inició Anna González, quien perdió a su marido en 2013 tras ser arrollado con su bicicleta y darse a la fuga el conductor. La conducta de éste quedó impune al encontrarse la víctima ya fallecida.
La proposición, como reza en su exposición de motivos, responde a una demanda social ante el incremento de accidentes en los que resultan afectados ciclistas y peatones por la imprudencia de los conductores.
La proposición de PP, PSOE y Ciudadanos también subraya que, en el caso del abandono, lo que se quiere castigar es «la maldad intrínseca de quien sabe que deja atrás a alguien que pudiera estar lesionado o incluso fallecido y la falta de solidaridad con las víctimas».