El exconseller balear de Comerç y expresidente del PP de Ibiza y Formentera, José Juan Cardona, regresó a primera hora de la mañana de ayer a prisión tras disfrutar de su primer permiso de 48 horas de libertad, después de cinco años y medio encarcelado.
Cardona ingresó en el centro penitenciario de Can Fita cuando faltaban diez minutos para las nueve, acompañado de dos de sus hermanos.
El exconseller, que no hizo declaraciones a los medios, solo apuntó que estaba «muy afónico».
Tras despedirse de él dentro del recinto penitenciario de Ibiza, uno de los hermanos de Cardona, Bartomeu, señaló que han pasado un fin de semana «en familia».
«Ha sido una alegría poder estar a su lado, que hace casi seis años que no podíamos estar juntos», apuntó.
El hermano del exconseller indicó que en este fin de semana se ha celebrado una comida, en la que se han reunido más de 60 personas, con «solo familia y algún amigo muy cercano; ni políticos ni nada de esto».
También destacó el reencuentro con su madre y con dos tíos, ya mayores, a los que no veía desde que éste entrara en prisión. «Ha sido un reencuentro muy especial para todos», dijo.
Además, se mostró esperanzado ante la posibilidad de que «le vuelvan a abrir la puerta; que quede abierta», en relación a la concesión de más permisos penitenciarios.
De hecho, según señaó, el exconseller volverá a pedir otro permiso para el próximo mes. «Ya teníamos ganas de que le dieran este permiso y esperamos que le sigan dando, que es lo que toca porque tiene los mismos derechos que otra persona», matizó.
Cardona salió de prisión el pasado sábado, y por primera vez, desde que entrara en julio de 2013, condenado a 16 años de prisión y a 2,2 millones de euros de multa, por liderar una trama que desfalcó más de 8 millones de euros a las arcas públicas, en el conocido como caso Scala.
La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, del Ministerio del Interior, aceptó la solicitud de permiso presentada la representación legal del expolítico ibicenco, después de que el juez de Vigilancia Penitenciaria de Baleares denegara hasta en seis ocasiones esta petición, a pesar de que todas tenían la aprobación unánime de la junta de tratamiento de la cárcel.
Por ello, la representación legal decidió acudir a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, que concedió el permiso en base a la buena conducta de Cardona y a las más de 60 recompensas que tiene por su trabajo en la prisión de Ibiza.
El expolítico ibicenco nunca admitió los delitos de asociación ilícita, malversación, cohecho, falsedad documental por funcionario y documento mercantil, prevaricación y fraude a la administración, por los que fue condenado