Si no hay un cambio de última hora, el juzgado de Violencia sobre la Mujer empezará a operar hoy en la torre del Cetis donde se ubica el retén de la Policía Local de Ibiza. Lo hará en una sala y unas condiciones manifiestamente mejorables. El juzgado empezará a funcionar de forma autónoma, pero con notables deficiencias, entre ellas, la ausencia de teléfono y la reducción del espacio.
A seis días de que se cumpla un mes desde el incendio que inhabilitó el edificio de Isidor Macabich y dejó inoperativos siete órganos judiciales, la administración de Justicia en Ibiza trata de recobrar el pulso en los emplazamientos habilitados, oficinas que merman la operatividad de los órganos judiciales afectados ya que no son lo suficientemente grandes para albergar al personal. De hecho, la junta de jueces celebró una reunión en la que se puso el acento en la situación de «hacinamiento» que se vivirá en los espacios habilitados en las torres del Cetis.
Los juzgados empezarán a reactivarse poco a poco, pero no podrán dar cabida a los 70 funcionarios que trabajaban en el edificio de Isidor Macabich.
A esta situación de «hacinamiento» se suma el hecho de trabajar con unos materiales que han sido recuperados de la quema, mobiliario que en algunos casos presentan deficiencias tras verse afectados, en mayor o menor medida, por el incendio. Así, algunas de las mesas recuperadas sufren la huella del incendio en forma de manchas de hollín que no han podido ser retiradas completamente. «No es de recibo que tras una situación tan crítica el Ministerio de Justicia no haya podido adquirir mesas y sillas nuevas», denunció ayer el secretario general del sindicato CSIF en las Pitiusas, Juan Nieto, quien remarcó que han solicitado la convocatoria urgente del comité de seguridad y salud laboral para que se aborde la «caótica» situación en la que ha quedado la Justicia en Ibiza.
Situación caótica
Juan Nieto advirtió que parte del mobiliario que se ha recuperado no debería haber llegado a las nuevas instalaciones por su estado tras el incendio y, en todo caso, debía haberse limpiado antes de instalarse. En este sentido, el responsable del CSIF advirtió el hecho de que las personas que han estado un periodo de tiempo en las oficinas donde hay material reciclado «han salido con picores en la garganta».
Nieto hizo hincapié en que es necesario reactivar los órganos judiciales pero con unas mínimas garantías de seguridad para el personal y los usuarios. «La situación es de crisis extrema y parece que fuera de Ibiza no son conscientes», subrayó el responsable del CSIF.
Por su parte, el juez decano de Ibiza, Juan Carlos Torres, advirtió que con las actuales instalaciones los juzgados no podrán recuperar su operatividad e insistió en la imperiosa necesidad de poder trasladarse al nuevo edificio de sa Graduada antes de verano, ya que lo contrario tendrá graves consecuencias para la administración de justicia en las Pitiusas.