La gente andaba dispersa hasta que empezaron a sonar como introducción a un concierto mágico los primeros acordes de Gin. Sin saber cómo la carpa de fiestas de Santa Eulària se llenó de repente. Y sonó Ibiza con caramelles al son del tambor y la flaüta. Luego entró Joan Barbé. Aplausos y una darbuka. Y otra. Y apareció David Serra haciendo un brindis. La fiesta ya estaba servida. «Bona nit Santa Eulària, bones festes», saludaron al público y empezó a sonar Terra Natal. Éste fue el inicio del ‘hasta luego' de Projecte Mut frente a la multitud que se congregó ayer por la noche en Santa Eulària con ganas de quedarse y no irse. Y es que no querían faltar a la última gran cita de la banda en las Pitiusas. Querían saborear hasta el último acorde de una noche especial, de esas que dejan sensaciones agridulces. Barbé y Serra se embarcarán ahora en nuevo proyecto del que poca gente sabe algo. Anunciaban la semana pasada en conversación con Periódico de Ibiza «una sonoridad completamente distinta» y cosas que les permitan «seguir innovando» y sentirse «vivos dentro de este mundo».
A decir por las sensaciones del público de anoche, hay mucha expectación y ganas de seguir disfrutando de su música. De saber que habrá tras ese vibrante punto y aparte.