El pavoroso incendio desatado la mañana del domingo en un apartamento de la quinta planta del edificio Tanit de Sant Antoni calcinó dos viviendas, pero de la primera inspección se desprende que no hay daños estructurales que afecten al conjunto del inmueble. Así lo señaló ayer el jefe de bomberos de Ibiza, Miguel Sevilla, quien inspeccionó el escenario del incendio junto a dos técnicos del Ayuntamiento portmanyí.
El sargento jefe incidió en que fue un incendio que se extendió rápidamente dadas las características del apartamento, de pequeñas dimensiones y techos bajos, unas llamas que se alimentaron por la presencia de «numerosos enseres, varias bicicletas y piezas de motocicletas en la vivienda», apuntó.
En el momento del incendio se encontraban en la casa un hombre de 30 años y su hijo de cinco. El fuego se habría originado por la caída de una lámpara. Con la ayuda de un vecino, el hombre sacó a su hijo de la casa y trataron de apagar las primeras llamas, pero el fuego era imparable.
Familias confinadas y heridos
Durante la inspección llevada a cabo ayer se comprobó que no hay daños en el hormigón ni abombamientos que puedan aventurar otros daños, apuntó Sevilla, quien añadió que los bomberos se enfrentaron a unos trabajos de extinción complicados porque «había muchos vecinos en situación de pánico y eso complica las cosas. La extinción se prolongó durante cuatro horas», recordó.
El incendio declarado a primera hora de la mañana en el apartamento 516 del edificio Tanit obligó a desalojar más de 200 vecinos y se saldó con un herido por quemaduras y nueve personas intoxicadas por el humo.
A pesar de las elevadas temperaturas, de la primera inspección se descartan daños estructurales, pero los daños en la planta quinta son cuantiosos.