La zona norte del municipio de Santa Eulària todavía no recibe agua desalada. Pese a que la arteria norte, una canalización de algo más de 10 kilómetros que tiene como objetivo suministrar agua desalada a los núcleos de Sant Carles, es Canar, la Joya, Cala Mastella y Cala Llenya, ya está finalizada, fuentes municipales aseguraron ayer que todavía falta la obtención de la autorización del departamento de Sanitat, dependiente del Govern balear.
El suministro actual incumple la normativa sanitaria por excesos de cloruros (sal), como es el caso de ciertas zonas de es Canar o de arsénico, como es el caso de Sant Carles.
Según ha explicado a este periódico Mariano Juan, concejal de Urbanisme de Santa Eulària, el Ayuntamiento ya ha realizado todas las pruebas pertinentes y sus analíticas serían satisfactorias. «Se ha comprobado que el agua llega con buenos estándares sanitarios», aseguró Juan, quien ha confirmado que la infraestructura funciona perfectamente.
Sin embargo, el Govern balear tiene que hacer sus propias analíticas que confirmen que, efectivamente, la calidad del agua cumple con los estándares sanitarios para que sea apta para consumo humano. En cuanto finalice este último trámite burocrático, que puede llevar unos dos meses más, la zona norte del municipio recibirá agua desalada apta para consumo humano, como ya ocurre en otras zonas de Santa Eulària.
Convenio
Santa Eulària aprobó en el pleno ordinario del pasado mes de julio la firma del convenio de colaboración con Abaqua, la empresa pública del Govern, para que el municipio pueda ser abastecido con agua desalada.
La aprobación vino unida a otra de modernización del servicio municipal de suministro de agua, que implicaba inversiones por unos 3 millones de euros y ampliar el contrato con Aqualia, la actual empresa concesionaria, hasta 2025, una medida que ha sido ampliamente criticada tanto por Guanyem como por el grupo socialista.
Inversión
La construcción de esta infraestructura ha supuesto una inversión de 26 millones de euros, financiados por el Gobierno central, quien reclama este pago al Govern balear y cuyo desenlace se resolverá por la vía judicial.
En cuanto a la construcción de la canalización, se ha invertido en la creación de infraestructuras y municipalizaciones en redes que antes para suscribir el convenio con Abaqua.
En una primera fase se suministrará un 22% de agua desalada de todo el global que se suministra en el municipio; la segunda fase, que empieza este 2019, elevará ese porcentaje al 39% de agua desalada y un 60% de agua de pozos para mejorar la calidad del agua. La tercera y última fase consiste en el objetivo que se ha fijado el Ayuntamiento de que el 75% del agua que se consuma en todo el municipio sea agua desalada.