El Consell d'Eivissa pretende llevar al pleno ordinario del mes de abril, uno de los últimos de la legislatura, la aprobación definitiva de la modificación puntual del Plan Territorial de Insular (PTI), la primera que se cambia sustancialmente el documento que rige el urbanismo y el territorio en la isla de Ibiza desde que se aprobara en el año 2005.
Los cambios y las restricciones a la construcción que se introducen en esta modificación son los mismos que ya se aplicaron en norma territorial cautelar que entró en vigor en diciembre de 2016 y que tienen que ver, sobre todo, con la limitación de construcción en suelo rústico.
«Para mí el impacto más importante de la modificación del PTI es la reducción del volumen de las viviendas en rústico a 900 m3. Si tenemos en cuenta que la altura del techo suele ser de tres metros, esto nos deja con viviendas de 300 m2 en las que se cuenta todas las edificaciones: la vivienda propiamente dicha, los almacenes, el garaje y los corrales», explica el jurista Joan Carles Rodríguez Tur, que el pasado viernes ofreció una conferencia en el Ayuntamiento de Sant Joan sobre el derecho a la propiedad en la que, entre otras cosas, abordó la modificación del PTI.
Además de esta restricción, se prohíben nuevas viviendas unifamiliares en terrenos incluidos en la Red Natura 2000, en suelos ARIP que estén en Áreas de Prevención de Riesgo de Incendio, y en suelo rústico común forestal.
Otro de los cambios que provoca esta modificación y Rodríguez destaca es que el incremento en el número trámites burocráticos a la hora de presentar un proyecto de construcción, la mayoría relacionados con la protección del medio ambiente en suelo rústico. «Se tiene que presentar un informe al Consell d'Eivissa que recoja medidas de integración paisajísticas que tiendan a mantener en buen estado los terrenos y que explique cómo se conservarán las masas boscosas y se protegerán las especies protegidas, también para saber cómo se conservarán los elementos etnográficos como feixes y pozos, para la eliminación de barreras que no estén hechas con materiales tradicionales y para reducir el impacto lumínico».
Piscinas y paredes
Otra de las novedades que incluirá este nuevo PTI y que ya quedaron fijadas en la norma territorial insular es que las paredes se deberán construir de la manera tradicional y no tendrán más de un metro de altura, con la excepción de aquellos propietarios que justifiquen una actividad agrícola que deban proteger de los animales. En este caso, las paredes podrán ser de mayor altura. En cuanto a las piscinas, estas no podrán superar los 60 m3.
La ubicación de la nueva vivienda en la parcela de suelo rústico deberá tener el visto bueno de la Ciotupha, que decidirá en base a su impacto. «Este es un concepto jurídico indeterminado por lo que podría utilizarse con toda la discrecionalidad del mundo», apunta Rodríguez Tur.
La modificación del PTI que ha llevado a cabo el equipo de gobierno del Consell d'Eivissa, formado por PSOE y Podem–Guanyem, ha recibido casi 2.500 alegaciones y no ha estado consensuado con ninguna otra formación política ni los agentes socioeconómicos implicados.
El Consell d'Eivissa ha encargado la redacción de un diagnóstico para saber cómo ha funcionado el PTI a lo largo de estos años y que ha de servir como base para una reforma más profunda del PTI. Un estudio que el PP reclamó que se llevara a cabo antes de llevar a cabo la modificación.