Johnny Cattaneo y Oleh Hem escribieron su nombre en letras de oro en la decimonovena edición de la Vuelta a Ibiza MTB. No hubo remontada ibicenca y Enrique Morcillo se tuvo que conformar con la segunda plaza de la general. El corredor local, junto a su compañero José Mari Sánchez, lo intentó hasta el final, pero un nuevo pinchazo impidió que la pareja del Buff Scott Team pudiese poner en jaque a los líderes o pelear por el triunfo de etapa, una victoria parcial que cayó para la otra pareja del Wilier: Marco Rebagliati y Martino Tronconi.
La tercera y última etapa de esta edición, con salida y llegada en Sant Antoni, prometía emoción. El Wilier aprovechó el poderío de sus dos parejas para controlar la carrera. Rebagliati y Tronconi se pegaron a Cattaneo y Hem, sabedores de que no había demasiado terreno para abrir diferencias y, que en caso de que Morcillo y Sánchez cogieran ventaja, ayudar a sus compañeros a mantener la distancia.
Con esa premisa se sucedieron los primeros kilómetros, en los que las tres parejas se marcharon por delante. Los del Buff Scott sabían que en los primeros compases no se podía atacar. Lo hicieron cuando la carrera llegaba al tramo más duro. Fue entonces cuando Sánchez pinchó. Lo intentaron solucionar de la mejor manera posible, pero llegó un segundo pinchazo que les descartó del triunfo. Por delante, las dos parejas del Wilier abrieron camino hacia el triunfo. La etapa fue para Rebagliati y Tronconi y la general, para Cattaneo y Hem.
Cattaneo estaba encantando con el triunfo en la general: «Fue una buena jornada para nosotros. Es importante mantener el maillot amarillo y también que la etapa la gane nuestro equipo más joven. Ha sido un día fantástico». Sobre la lluvia con la que han tenido que lidiar a lo largo de los días, afirmó: «Hace la carrera muy divertida, pero no es lo máximo para Ibiza».
Morcillo y Sánchez, segundos de la general, no ocultaron la decepción de haber pinchado. «Hemos hecho lo que hemos podido. Hemos salido conservando, porque sabíamos que a partir del kilómetro 20 era cuando había que atacar, pero José Mari ha rajado la rueda de atrás. Hemos puesto mecha, pero se ha vuelto a rajar y hemos venido ya hasta la meta a ritmo», explicó Morcillo. El ibicenco fue claro y aseguró que es imposible ganar la general cuando pinchas en dos de las tres etapas: «Es una carrera cortita. Si pierdes cinco minutos en dos días, no es posible recuperarlos, pero, bueno, no pasa nada. El año que viene volveremos con más fuerzas». El podio de la general masculina lo completaron Ismael Esteban y Felipe Orts.
DOBLETE
Las que están convirtiendo Ibiza en su particular recreo son Celina Carpinteiro y Charlotte Davies. Las dos mujeres sumaron un nuevo triunfo de etapa. Ganaron el primer día y ayer certificaron su victoria en la clasificación general por segundo año consecutivo. Tras cruzar la meta, la portuguesa señaló que el objetivo era mantener el maillot amarillo: «Sabíamos que teníamos seis minutos de ventaja y, desde el principio, intentamos escaparnos, porque ayer –sábado para el lector– sufrimos dos pinchazos y todo puede pasar en una carrera».
Con esa táctica abrieron hueco desde el principio y se fueron en solitario hasta la línea de meta para subirse a lo más alto del podio. Dicen que no hay dos sin tres y eso es lo que quiere hacer Carpinteiro, que aseguró que en la próxima edición volverá con la intención de sumar su tercer triunfo consecutivo. El segundo puesto de la general fue para Nuria Picas y Mayalen Noriega, mientras que Bárbara Genga y Nadie Pasqualini fueron terceras.
Más allá de la alegría de los campeones, ayer la felicidad reinaba en el ambiente. En total fueron 647 los ciclistas que consiguieron finalizar las tres etapas. Otros no pudieron hacerlo alguno de los días, pero casi todos estuvieron ayer en la línea de salida. Los abrazos entre los participantes –alguna amistad surgió a lo largo de los kilómetros– comenzaron en la playa de s'Arenal y continuaron en la carpa de Sant Antoni, donde tuvo el final de fiesta con una torrada para todos los participantes.