El Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 2 de Palma ha dado la razón a un local del West End, situado en la calle Santa Agnès del núcleo urbano de Sant Antoni, que había sido multado con 750 euros y una semana de suspensión de la autorización para ejercer la actividad musical por permanecer con las puertas abiertas y permitir que el sonido saliera al exterior.
La sentencia, del 23 de abril de 2019, señala que el Ayuntamiento de Sant Antoni «no ha llegado a acreditar la comisión de la infracción imputada» a pesar de la denuncia impuesta por los policías locales. Los testigos aportados por el establecimiento «argumentaron que el local no se encontraba con las puertas abiertas más allá de las ocasiones en que entraba o salía gente del mismo, teniendo resortes para mantener cerradas las puertas sin advertirse tope alguno o sistema para mantenerlas abiertas», apunta el juez en su sentencia. La sentencia añade que ambos testigos «fueron muy concisos en sus declaraciones y expusieron, bajo las prevenciones legales de decir verdad, que el local permaneció cerrado en todo momento y que sólo se abría en ocasiones puntuales». «Puede ser que los agentes de policía observasen una de esas ocasiones en que permaneció abierta la puerta, durante más tiempo del estrictamente necesario para el mero tránsito de personas con ocasión de la mera conducta del cliente», una versión que no se pudo contrastar con los agentes ya que Sant Antoni no propuso que testificaran.
Por esta razón, el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 2 de Palma ha estimado la demanda del local del West End y ha anulado la sanción «al no concurrir prueba de cargo que desvirtúe la presunción de inocencia». Además, ha condenado al Ayuntamiento de Sant Antoni a las costas del proceso en una cuantía que no exceda los 300 euros.
Ordenanza polémica
En abril de 2018 entró en vigor la declaración de la Zona de Protección Acústica Especial (ZPAE) del West End de Sant Antoni que supone el cierre de los locales de ocio a las tres de la madrugada y la eliminación de las terrazas a medianoche, una medida que provocó un gran rechazo entre los empresarios de la zona y que esta temporada se extenderá a la calle del Mar.