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Entrevista

Vicente Juan Segura: «Tengo la suerte de ser el segundo obispo que más tiempo ha estado en Ibiza»

Monseñor Vicente Juan Segura en su despacho de la diócesis. | Arguiñe Escandón

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Vicente Juan Segura (Tabernes de Valldigna, Valencia, 1955), fue nombrado obispo de Ibiza y Formentera por el papa Juan Pablo II. Hoy celebra su decimocuarto aniversario ocupando la cátedra de obispo, lo que le convierte en el segundo con más antigüedad en el puesto.

Felicidades. Cumple hoy 14 años ejerciendo su ministerio episcopal en Ibiza y Formentera. ¿Puede hacer un balance de estos años?
—Es una alegría porque Ibiza y Formentera son unos lugares estupendos desde el punto de vista cristiano. Además tenemos más sacerdotes de los que hacen falta, a parte de ibicencos otros que han venido de fuera y les hemos acogido. Muchos de ellos siendo extranjeros ya tienen la nacionalidad española. Gracias a que hay buenos sacerdotes se hacen muchas cosas. Además y gracias a las personas expertas que me ayudan, la economía de la diócesis está bien. Cuando yo llegué teníamos deudas y hoy ya no las tenemos. La diócesis de Ibiza da muchas alegrías.

¿Le gustaría terminar su trabajo episcopal en la isla?
—Tengo la suerte de ser el segundo obispo que más tiempo ha estado en Ibiza. Como llevo muchos años pues he podido hacer muchas cosas, con la colaboración de la gente. No he cerrado parroquias sino que he construido en barrios donde hacían falta. Pero si lo he hecho no es por mis méritos, sino gracias a la ayuda de la gente. Cuando yo llegué había tres cofradías de Semana Santa, hoy hay siete en Vila. Pero no son méritos míos, sino de la gente que es buena. Antes no se hacía procesión de la Virgen de las Nieves ni de San Ciriaco, porque la gente buena colabora.

Como obispo, ¿qué es lo que más le preocupa? ¿El dinero que algunas administraciones les deben?
—No. Como obispo mi principal preocupación no es la economía, es que las personas sigan siendo cristianas y católicas y que se comporten como tales. Lo que deseo es que la gente viva conforme nos enseñó Jesús.

¿Cómo es su relación con los políticos, fluida o poco amable?
—Yo procuro tener buena relación con todos. Firmamos convenios y es algo bueno. En estos 14 años ha habido personas buenas o otras que no hacen el bien. Espero que el pueblo se dé cuenta de eso a la hora de las elecciones.

¿Y con las demás confesiones religiosas asentadas en las Pitiusas?
—Muy bien. Del día 18 al 25 de enero de cada año nos reunimos las congregaciones cristianas (ortodoxos, protestantes, etc.) y hacemos cosas en común. Desde luego, nos ayudamos en todo lo que se pueda. Somos amigos y hermanos.

¿Cómo son sus relaciones con los demás obispos de Baleares?
—Muy buenas. Hace poco estuve reunido con Sebastià Taltavull de Mallorca y Francisco Conesa de Menorca. Cada dos o tres meses nos reunimos y tratamos los temas que son comunes. Sólo puedo hablar bien de ellos y de sus antecesores que conocí.

¿Le parece bien que en IB3 TV sólo se retransmita la eucaristía desde la Catedral de Mallorca?
—Al principio IB3 emitía dos en Mallorca, una en Ibiza-Formentera y otra en Menorca. No sé si por motivos económicos o por qué, dejaron de hacerlo así. Pero hemos acordado pedir que vuelvan a hacerlo como antes y que se emitan misas de las tres diócesis.

Hablemos del patrimonio histórico y artístico del que la Iglesia es depositaria. ¿Está adecuadamente conservado?
—Yo tengo mucha alegría porque la inmensa mayoría de los turistas que vienen a Ibiza, suben a ver la Catedral, entran y les gusta. Los hay que rezan, otros que hacen fotos porque les gusta lo que ven. En estos 14 años solo ha habido un incidente cuando una persona quiso romper una placa de la Catedral con el nombre de los mártires. La Ley establece que hay que hacer convenios con las autoridades para mantener las obras de arte y me gustaría que tuviésemos más reuniones con las autoridades en ese sentido. Hay ayuntamientos muy buenos que cada año pintan las iglesias. Tenemos que trabajar para que todo se mantenga bien. Piense que la custodia del Santísimo que sacamos el día del Corpus es la más antigua de España, de 1398. Fue restaurada hace unos años en Madrid.

¿Entonces en las Pitiusas el problema de las vocaciones sacerdotales está controlado?
—Pues sí. Aquí todas las parroquias tienen cura. En otras partes eso no sucede. Incluso hay curas jubilados que siguen haciendo cosas y son buenísimos. Hay mucho clero bueno que lo hace bien. Y tenemos también jóvenes de Ibiza que entra en el seminario, tenemos ahora a tres, y otro que va a entrar el año próximo. Estamos bien de personas.

¿Y qué me dice de las personas de vida consagrada?
—Ha habido congregaciones que se han ido, pero yo he hecho que vinieran otras. Ahora tenemos en Ibiza más religiosas que cuando yo llegué. En la Residencia Reina Sofía se fueron unas y vinieron otras. En Formentera teníamos un colegio donde las monjas eran ya mayores, se fueron y ahora hay otras de otra orden y lo hacen tan bien que la gente pide que ampliemos el colegio.

¿Es para usted motivo de orgullo el trabajo que desempeña Cáritas?
—Sí, aquí han ido creciendo y hacen más cosas. Hay mucha gente que colabora con Cáritas. Recientemente ha fallecido un señor sin herederos y ha dejado a Cáritas diversas propiedades, también al Ayuntamiento de Sant Josep. Gracias a eso Cáritas va teniendo recursos para hacer cosas, por un lado los convenios con las administraciones y por otro los fieles con sus donativos.

¿Le preocupa la enseñanza de Religión en la enseñanza pública?
—Tenemos buenos profesores pero ojalá tuviéramos más. En el colegio de San Agustín hay más de 300 alumnos de religión. Siempre insisto en que los chicos deben recibir su formación de la familia, la escuela y la parroquia. Tiene que haber clase de Religión porque no es obligatoria, los padres eligen y las autoridades tienen que cumplir esto.

Ahora que viene la época de hacer la declaración de Hacienda, ¿qué le diría a los contribuyentes sobre marcar la casilla de la Iglesia?
—Cada año son más las personas que lo hacen y contribuyen al sostenimiento de la Iglesia. La Iglesia se mantiene gracias a los cristianos que tienen que colaborar.

¿De qué está más orgulloso en estos 14 años?
—De mantener la Catedral y de celebrar allí los oficios de la Semana Santa y las procesiones. Es una alegría.

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