Josep Tur Serra ‘Coques', alcalde de Sant Josep entre 1975 y 1976, ha legado al Ayuntamiento de Sant Josep y al Consell d'Eivissa una finca rústica de aproximadamente 70.000 metros cuadrados con la condición de que allí se construya una residencia para gente mayor. «Estamos muy contentos, hemos tenido mucha suerte», apunta el alcalde, Josep Marí Ribas, quien recuerda que «tuve la suerte de tratar con él, cuando ya estaba muy mayor, y era un hombre con un muy buen fondo».
Esta donación ha trastocado los planes del Consistorio josepí, que tenía la intención de levantar una residencia en un solar municipal junto al centro de salud de Sant Josep. «La finca que se nos ha legado, que está cerca del cruce de la tienda des Verger y linda con la carretera que va hacia Sant Antoni, está en suelo rústico, por lo que en un principio no se podría construir allí una residencia sin una declaración de interés general», apunta el actual alcalde que, no obstante, cree que la situación del terreno, cercano al núcleo urbano y con fácil conexión, reúne los requisitos para que se declare de interés general. «No está en la cima de ninguna montaña y está conectado con la carretera. Si podemos hacer allí la residencia podríamos destinar nuestro solar a otras cosas», destaca ‘Agustinet'.
El Obispado de Ibiza y Formentera es otro de los grandes beneficiaros de la herencia del alcalde ‘Coques', que falleció el pasado mes de enero a los 95 años de edad sin descendencia. El vicario general de la diócesis pitiusa, Vicent Ribas, confirma que Tur Serra ha legado a Cáritas Diocesana varios pisos para que los ocupen mujeres maltratadas y personas que han salido de prisión, entre otros perfiles.
También ha donado a Cáritas locales y apartamentos en Cala Vedella. Esta organización de la Iglesia católica no ha sido la única beneficiaria de la herencia, tanto patrimonial como monetaria, del alcalde ‘Coques' y de su mujer también fallecida, la maestra Otilia Torres. La Residencia Reina Sofía, las monjas de clausura de Dalt Vila, la Comunidad de San Egidio, la organización Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), además de otra comunidad de Cáritas en Sudamérica y una congregación de monjas en Andalucía son otros de los beneficiarios del legado de Josep Tur Serra y su mujer, según explica Vicent Ribas. «Se ha portado muy bien, estamos muy contentos porque se podrá hacer una muy buena labor con lo que han donado», destaca el vicario general de la Diócesis de Ibiza y Formentera.
En su testamento, el alcalde ‘Coques' también dejó escrito que la Conferencia Episcopal Española debía nombrar un albacea encargado de hacer cumplir la última voluntad del difunto y de custodiar sus bienes hasta que se repartan entre los herederos. Este albacea ha sido nombrado recientemente.