Martes 9 de julio. Mediodía. Kilómetro 3,800 de la EI-700, la carretera de Sant Josep. Un motorista de 41 años y nacionalidad argentina choca violentamente contra una furgoneta. El impacto es mortal. Marcelo A.G., se convierte en el quinto motorista fallecido en lo que llevamos de 2019. 17 días antes, un joven francés de 34 años se había dejado la vida sobre el asfalto tras una caída casual en Port des Torrent. 48 horas antes, el 21 de junio, era un joven canadiense de 24 años quien fallecía cuando circulaba de forma temeraria por la carretera que conecta la rotonda del Hipódromo de Sant Rafel con la de la ITV. Con anterioridad a estas muertes, el balance de siniestralidad de 2019 ya recogía el fallecimiento de un joven motorista de 20 años que perdió la vida tras sufrir un accidente en Ibiza y una chica de 22 años en Formentera.
En lo que va de 2019 los motoristas se han confirmado como el colectivo más damnificado en la carretera. Cinco de los siete muertos viajaban sobre dos ruedas. Otra víctima, la última muerte en la isla, también circulaba sobre dos ruedas, en este caso en bicicleta. La vecina de Santa Eulària falleció el miércoles tras ser arrollada por un autobús. El balance de muertes sobre el asfalto también suma el caso de un pequeño de 14 años que fue arrollado en Año Nuevo en la carretera de Santa Eulària.
Los datos de siniestralidad en las carreteras de las Pitiusas presentan un trágico repunte en los últimos años con un ejercicio especialmente negro, el 2017, año en el que la Dirección General de Tráfico (DGT) contabilizó un total de 21 muertes en accidentes de trafico. Diez de las víctimas, casi el 50 por ciento, eran motoristas. En el balance de ese 2017 también figura el nombre de Ángel Nieto, fallecido el 2 de agosto debido a las lesiones sufridas ocho días antes tras sufrir un accidente cuando circulaba en quad por la carretera de Santa Gertrudis.
El pasado año, la cifra de muertes en la carretera se situó en las 17 víctimas. Al igual que en 2017, prácticamente la mitad de las víctimas -ocho- circulaban en motocicletas.
La muerte de estos 23 motoristas se concentran en un periodo de 24 meses ya que el primer accidente mortal con un motorista muerto en 2017 se produjo el 22 de junio cuando un hombre de 45 años y nacionalidad filipina sufría una salida de vía en la carretera que conecta Santa Gertrudis con Sant Llorenç. Ese año registró una jornada negra con tres muertes en cuestión de 24 horas, con un motorista de 30 años muerto en Formentera y otros dos jóvenes de 19 y 21 fallecidos en la carretera de Cala Vedella. Las víctimas circulaban en una motocicleta cuando chocaron contra un camión.
Las carreteras de la isla de Ibiza fueron el escenario de la muerte de 18 personas. Los otros cinco accidentes mortales ocurrieron en vías de Formentera. En cuanto a la época del año, el grueso de las 23 muertes -17- ocurrieron en temporada alta.