Seis meses después del incendio que dejó fuera de servicio el edificio judicial del número 4 de Isidor Macabich, los dos juzgados de lo Penal de Ibiza acumulan centenares de juicios suspendidos -más de 300- y las causas pendientes seguirán aumentando. Estas suspensiones son uno de los efectos más perjudiciales del colapso sufrido por la administración de Justicia en las Pitiusas tras el incendio provocado la madrugada del pasado 21 de enero, hace ahora seis meses.
El 22 de enero, 24 horas después del incendio que calcinó dos plantas y afectó a la totalidad del edificio, el Consejo General del Poder Judicial suspendió las actuaciones y los plazos debido a la «inutilización funcional del edificio incendiado y la imposibilidad de mantener la actividad jurisdiccional». Desde entonces, la Justicia en Ibiza ha ido recobrando el pulso, quemando etapas con continuos traslados por diversos emplazamientos de la ciudad.
Medio año después, el juzgado de lo Penal número 1 de Ibiza ha empezado a señalar juicios para los meses de noviembre, diciembre y enero. Según informaron fuentes judiciales a Periódico de Ibiza y Formentera, fuera de este lote quedarán en torno a 40 causas que solo estaban en soporte papel y que no pueden ser señaladas, ya que los legajos se encuentran en las dependencias de la cuarta planta del edificio precintado desde el 21 de enero.
Los dos Penales han empezado a recobrar cierto pulso a su actividad, celebrando una veintena de juicios a la semana en las dependencias provisionales del Consell Insular, una cifra que apenas llega al 50 por ciento de la actividad que resolvían en el edificio siniestrado cuando estaba a punto de dar por finalizada su vida productiva. El incendio se produjo cuando la administración de Justicia oteaba en el horizonte su traslado a la nueva sede judicial que se alza sobre los terrenos de la antigua sa Graduada.
Pendientes de la nueva sede
Trabajadores, operadores judiciales y el sindicato CSIF valoraron como «caótico» el panorama planteado tras el devastador incendio y desearían que «el final del túnel» esté más próximo, aunque barruntan que todavía «quedan meses duros por delante», según señalan.
Hace dos semanas la empresa encargada de la construcción de la nueva sede judicial hizo una entrega de la obra, un acto que abrió otros plazos. Ahora se están llevando a cabo retoques y arreglos de posibles desperfectos.
Durante las últimas semanas se han llevado a cabo los trabajos para dotar de suministro eléctrico al edificio. Paralelamente, en el exterior, los operarios acondicionan la zona de acceso por la fachada principal del edificio.
Tras los retoques y cambios será el momento de equipar un edificio cuya operatividad está prevista para mediados de septiembre. No obstante, tal y como subrayan trabajadores, operadores judiciales y sindicatos, «hasta la fecha no se ha cumplido ninguno de los plazos marcados» por una Administración muy reacia a concretar una fecha.