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Un asistente ibicenco a la ‘rave' acusa a los organizadores del desenlace en Comte

Sant Josep confirma que recibieron un aviso el viernes, pero no consiguieron localizar la fiesta ilegal

Momentos de tensión entre la Guardia Civil y los asistentes a la fiesta ilegal. | Youtube: Periódico de Ibiza y Formentera

| Sant Josep de sa Talaia |

La fiesta ilegal celebrada el pasado fin de semana en las inmediaciones de Platges de Comte, inició sus preparativos el viernes por la tarde con el montaje del escenario y de los equipos de música. La ‘rave' empezó entrada la noche y fue alrededor de la 1 de la madrugada cuando un vecino alertó a la Policía Local de Sant Josep de que se escuchaba música «a un alto volumen», aunque solo precisó que la contaminación acústica provenía de una zona situada entre Platges de Comte y Cala Bassa. A raíz de la llamada, una patrulla policial recorrió la zona y dio por negativo el aviso al no escuchar música.

Fue ya al día siguiente (sábado 24) cuando se recibió una nueva llamada, alrededor de las 12 horas, denunciando una fiesta en sa Torre d'en Rovira en la que el denunciante hablaba de la presencia de unos 150 vehículos. El problema fue, según matizó el Ayuntamiento, que la Policía Local estaba interviniendo en otros avisos (como la huelga de las ‘Kellys') y no pudo acudir hasta el lugar de los hechos.

Una nueva llamada, apenas una hora después, alertó de una acampada ilegal en Cala Codolar. «El denunciante dijo que los acampados se habían puesto violentos al recriminarles que recogieran el volumen de basura que había allí», precisó el Consistorio.
Pasadas las 14.30 horas, los agentes acudieron a la zona y constataron la presencia de los acampados; sin embargo, no encontraron ningún escenario montado ni música, aunque sí una veintena de vehículos. Esta situación les lleva a interpretar que allí había tenido lugar una ‘rave' e invitan a los presentes a abandonar el área en unas horas «con la advertencia de que, en caso contrario, serían denunciados».

Al no recibir nuevas llamadas, la Policía entiende que, como ha pasado en otras ocasiones, han hecho caso al aviso y han despejado la zona. La alerta llega horas después (en la noche del sábado al domingo), sobre las 3 de la madrugada, con un nuevo aviso sobre el paso de numerosos vehículos y de la música a gran volumen que se escucha en el bosque entre Platges de Comte y Cala Bassa.

En este momento, una patrulla acude a la zona y es cuando, según dijo el lunes el alcalde Josep Marí Agustinet, se encontraron a unas 1000 personas en la fiesta y no intervinieron por «prudencia». Fue a partir de aquí cuando se reciben hasta siete avisos más.

A raíz de las consecutivas llamadas, se establecen controles de acceso a las entradas y salidas del solar para evitar nuevos asistentes y se para a 24 vehículos, siendo tres conductores sancionados por consumo de drogas.

Refuerzos

Ante la situación, se despliega un dispositivo policial en el que se pide refuerzos a la Guardia Civil. Esto sucede a primera hora del domingo y la primera entrada al campamento la realizan cuatro policías locales y ocho efectivos de la Guardia Civil, quienes incautan parte del equipo de sonido «con el fin de detener la ‘rave' y surge la violenta reacción de los asistentes que motiva una posterior intervención con refuerzos llegados del resto de la isla», especificó el Ayuntamiento.

Al final, el operativo que se saldó con 73 detenidos movilizó a 40 guardias civiles, seis policías locales de Sant Antoni, seis de Santa Eulària y 10 de Sant Josep. A ellos se añadieron otros 10 guardias civiles para labores de detención y traslado de detenidos.

Un momento de la fiesta ilegal.

Asimismo, la Guardia Civil de Ibiza pidió refuerzos con el objetivo de prevenir posibles altercados, por lo que llegaron a la isla 11 efectivos de la Unidad de Seguridad Ciudadana de Palma y 22 efectivos del Grupo Rural de Seguridad (GRS) de Valencia, estos últimos especialistas en control de masas y antidisturbios.

En este sentido, es preciso recordar que el Ayuntamiento confirmó el lunes, en rueda de prensa, que no se tuvo conocimiento de la fiesta ilegal hasta la madrugada del domingo porque, de lo contrario, se habría actuado al respecto. Sin embargo, se habían recibido tres llamadas entre la madrugada del sábado y la mañana de este mismo día. «Se actuó como se hace habitualmente en estas situaciones para buscar una solución dialogada. En la inmensa mayoría de ocasiones, los acampados colaboran con los agentes y marchan pacíficamente, pero no fue así», concretaron.

Por su parte, varios asistentes a esta fiesta confirmaron que el sábado por la mañana se les pidió que abandonaran la zona «de buenas maneras». Además, dijeron que no se cobró entrada por asistir.

Asimismo, Sant Josep subrayó que el dispositivo de limpieza recogió una tonelada y media de basura y movilizó dos camiones para llevarse el equipo de sonido y el escenario. Por lo demás, los vehículos allí estacionados fueron retirados el domingo por la tarde a excepción de unos pocos que ayer todavía seguían en la zona de la fiesta.

Testimonios de asistentes
Por las redes sociales ha corrido un vídeo, grabado por uno de los asistentes, en el que desmiente las informaciones de las fuerzas de seguridad. Les acusa de ‘entrar' a la fiesta dando «golpes y porrazos» y se atreve a comparar el suceso con los altercados ocurridos en Cataluña.

Para él, una ‘rave' es «una fiesta libre donde puedes ser tú, vestir como desees sin que nadie te prohíba la entrada, disfrutar, estar al aire libre y no tener que pagar 80 euros para entrar ni 20 euros por cada copa». A este asistente se le olvida que se encontraba en un terreno privado que es, además, un Área Natural de Especial Interés.

Aunque reconoce que muchos habían consumido alcohol y drogas, dice que en sus ocho años de asistencia a este tipo de fiestas nunca ha presenciado una pelea, solo en esta ‘rave' y por parte de los agentes.

Testimonios de asistentes.

Estas declaraciones difieren del relato de José Roselló, un ibicenco que también fue a la fiesta. «Siempre hemos sido conscientes de que estábamos haciendo algo ilegal, por lo que podríamos meternos en algún que otro lío y la policía siempre había actuado de una forma excepcional con nosotros», explica. Y es que es consciente de que si se hubiera hecho caso a los agentes a la hora de desalojar la zona, esto no hubiera pasado.

Además, en su escrito habla de que no había «ni un solo ibicenco» en la organización de la ‘rave'. «Cuando la policía llegó a hacer su trabajo, se enfrentaron a ellos», matiza. «En las fiestas ibicencas nunca ha habido peleas y en la del viernes yo presencié dos, sin contar el altercado con la policía», añade al tiempo que matiza que «ningún ibicenco se enfrentó a la policía».

Carta de José Roselló publicada en Facebook.

De hecho, las 16 personas que pasaron a disposición judicial el martes y que han sido puestas en libertad con cargos eran de nacionalidad italiana.

LA NOTA

El Consell d'Eivissa reconoce la actuación policial para desmantelar la fiesta

El Ayuntamiento de Sant Josep recibió ayer un escrito de «apoyo y reconocimiento» del presidente del Consell d'Eivissa a la actuación policial realizada el pasado fin de semana para desmantelar una fiesta ilegal en el entorno de Platges de Comte. El Consell recordó que hechos como estos «en nada se corresponden al modelo turístico y de ocio que queremos para la isla». Por el contrario, ante un desafío como el del domingo, se precisa «de actuaciones contundentes que garanticen el cumplimiento de la ley y eviten riesgos tanto para las personas como para el entorno donde se producen».

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