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«Vino a matarme pero pude escapar con el cuchillo clavado en la espalda»

El hombre, de nacionalidad marroquí, se recupera de la herida causada por un cuchillo de cocina. | PERIODICO DE IBIZA Y FORMENTERA / PACO S. PEREZ

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«Vino a matarme y casi lo consigue. El cuchillo estuvo a punto de atravesarme el riñón y mientras me escapaba con la hoja clavada y perdiendo mucha sangre, ella me gritaba: ‘¿Quieres más?'. Así recuerda A., de 48 años y nacionalidad marroquí, el ataque sufrido la tarde del domingo en Cala de Bou a manos de una mujer que está siendo buscada por la Guardia Civil.

«Fue todo muy rápido. Estaba en la calle, había dejado a unos amigos y de repente sentí un escalofrío, un pinchazo, pero hasta que no toqué la empuñadura del cuchillo no me di cuenta de lo que había sucedido. Al girarme la vi y como pude me separé de ella. Podría estar muerto. Me clavó seis centímetros de hoja y estuvo cerca de atravesarme el riñón», relata a Periódico de Ibiza y Formentera el hombre que la tarde del domingo fue víctima de un violento episodio que le dejó malherido y con una cicatriz en su espalda.

48 horas después del brutal ataque sufrido a la luz del día y en plena calle, la víctima se recupera en su casa de las lesiones sufridas. «Me dijeron que el cuchillo entró limpio. Una vez me lo sacaron y frenaron la hemorragia me trasladaron al hospital. Afortunadamente lo puedo contar», apunta un hombre que sabe que su suerte podría haber sido otra bien diferente. «Ella me gritaba si quería más pero varios vecinos me defendieron y refugiaron en la terraza de un local», advierte A., quien agradece la ayuda y el trato de las personas que le atendieron en el establecimiento de Cala de Bou donde se refugió, del personal de emergencias y sanitario que le atendió y de la Guardia Civil.

El hombre, de nacionalidad marroquí, se recupera de la herida causada por un cuchillo de cocina. Foto: Daniel Espinosa.

El hombre apunta que por las noches le cuesta conciliar el sueño «por el dolor que tengo y también porque hasta que no la detengan no estaré seguro», recalca junto a un amigo que fue quien alertó a la Guardia Civil y al 112 tras advertir el brutal ataque.

A finales de julio, la víctima acogió en su casa durante unos días a la mujer. «Ella tenía problemas con su pareja y le dejé quedarse unos días porque sufría malos tratos. Luego se marchó con el mismo hombre. El domingo vino a Cala de Bou para matarme. Estaba de espaldas y sin mediar palabra me clavó el cuchillo. No estaré tranquilo hasta que la detengan».

La Guardia Civil mantiene abierta la búsqueda de la agresora, una mujer de nacionalidad española.

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