El cap de fibló entró por un punto localizado entre Cap Blanc y es Caló des Moro. En este punto, tres trabajadores resultaron heridos de diversa consideración, con cortes y traumatismos, después de que el fenómeno alzase y desplazase unos diez metros varias casetas de la obra donde estaban trabajando.
Desde ese punto de la costa, el tornado fue desplazándose hacia el norte causando graves destrozos en puntos como Can Coix. El remolino arrancó numerosas planchas de la cubierta del polideportivo, reventó ventanales, hizo añicos las paredes de vidrio de las pistas de pádel, tumbó decenas de árboles y dañó más vehículos por el impacto de los contenedores arrastrados.
El escenario de daños se prolongaba a lo largo de siete kilómetros de la EI-651. La Policía Local contabilizó más de 200 árboles tumbados por el paso de un cap de fibló que dejó rachas de viento de hasta 140 kilómetros por hora.