El concurso público convocado por el Ajuntament de Sant Antoni para la gestión del alumbrado público durante diez años por un importe estimado de 6.646.329,92 euros, que fue otorgado en agosto del año pasado a la empresa Citelum Ibérica (empresa concesionaria en ciudades tan importantes como Madrid, Barcelona, Málaga, Palma de Mallorca, Almería o Toledo), ha resultado un auténtico fiasco.
Exclusión de licitantes
La UTE Ferrovial Servicios-Mespisa, que concurrió a la licitación, fue excluida por la Mesa de contratación al constatar que su oferta económica suponía una bajada «del 47,70 %, superior en más de 10 puntos porcentuales a la oferta media de las presentadas», por lo que fue considerada anormalmente baja. Al respecto hay que señalar que Citelum Ibérica, ganadora del concurso, presentó una oferta económica que ascendía a 372.383,69 euros; mientras que la de Ferrovial sería de 278.223,81 euros, lo que hubiese supuesto 87,38 puntos de Ferrovial frente a los 85,17 puntos de Citelum.
Ante esta circunstancia, se requirió a Ferrovial-Mespisa determinada documentación que pese a aportar en el plazo habilitado, no fue considerada suficiente, por lo que la Mesa de contratación resolvió excluir a Ferrovial y adjudicar la contratación a un competidor, Citelum.
Recurso estimado
Ferrovial recurrió ante el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales (TACRC) y el 18 de julio el TACRC admitió el recurso de Ferrovial-Mespisa contra el acuerdo del pleno de Sant Antoni de 19 de diciembre de 2018 que la excluía de la licitación, anulando el acuerdo y retrotrayendo el procedimiento al momento anterior a la exclusión.
El pleno de la Corporación celebrado el día 31 de julio, acordó retrotraer las actuaciones y dar traslado del expediente a la mesa de contratación para valorar las propuestas económicas de las empresas concursantes.
Oferta ganadora
El pasado lunes se reunió la Mesa de contratación y declaró que la oferta económicamente más ventajosa era la presentada por Ferrovial.