Agentes especializados en la investigación de incendios de la Guardia Civil tienen previsto desplazarse hoy desde Palma para examinar el escenario del pavoroso incendio que la mañana del miércoles devoró un total de 14 vehículos y afectó otros seis en el depósito municipal de Sant Josep, en Cala de Bou.
Según las informaciones recabadas por Periódico de Ibiza y Formentera, la policía judicial mantiene abiertas varias líneas de investigación pero diversos indicios hacen que gane fuerza la hipótesis de un incendio intencionado.
El fuego se inició minutos antes de las 07.00 horas en un punto donde se encontraban retirados cuatro ‘taxis pirata' y junto a un muro divisor con un depósito anexo en el que hay un centenar de vehículos entre turismos, furgonetas y motos.
Devastador incendio
Un vecino de la zona fue quien dio la voz de alarma al advertir las primeras llamas sobresaliendo en el interior del recinto que el Ayuntamiento de Sant Josep dispone en la calle Jaén. En este punto es donde acaban los vehículos retirados en la zona de proximidad de Cala de Bou.
Tras darse la alerta, en cuestión de minutos llegaban al escenario del siniestro los primeros agentes de la Policía Local de Sant Josep y poco después llegaban dos vehículos de bomberos con ocho efectivos.
Los trabajos de extinción se prolongaron durante dos horas en medio de pequeñas explosiones originadas por los neumáticos de los vehículos que estaban envueltos en llamas.
Los bomberos consiguieron frenar el avance de las llamas que saltaron de coche en coche y amenazaban con extenderse al recinto contiguo, donde la acumulación de vehículos era mayor. Los equipos de extinción necesitaron más de 12.000 litros de agua para apagar el virulento incendio. Una vez sofocadas las llamas, arrojaron una gran cantidad de espuma para refrescar los últimos puntos calientes.
El incendio arrasó una decena de coches que habían sido retirados por la grúa municipal en los últimos seis meses, así como cuatro vehículos más que se encontraban en el recinto desde hace más de ocho años y que en su día habían sido retirados tras ser interceptados ejerciendo un servicio irregular de transporte público.
La inspección ocular y otros indicios dirigen la investigación hacia un fuego intencionado.