La isla de Ibiza pierde al año 5.345.000 metros cúbicos de agua potable, es decir, más de cinco mil millones de litros por las tuberías de la red de abastecimiento urbano. Esto supone un 28,63 % del total de agua suministrada, lo que equivale a uno de cada tres litros de agua potable.
Esta cifra sitúa a la Pitiusa mayor casi cuatro puntos porcentuales por encima de la media balear (24,7 %), según el cómputo anual de 2018 facilitado por la Direcció General de Recursos Hídrics del Govern balear.
Por municipios, el de Sant Josep es el que registra más fugas: de los casi 5,2 millones de metros cúbicos suministrados en 2018, 2,1 se contabilizaron como pérdidas, lo que supone el 40,3 % del total. Esto supera en un 15% la cantidad requerida por el Plan Hidrológico.
Le sigue el municipio de Santa Eulària que de 5,8 millones de metros cúbicos suministrados, pierde 1,7, es decir, el 30,4 % del total.
El tercero es el de Sant Joan con un 22,5 % de pérdidas de agua. Las viviendas y comercios del municipio consumen 400.000 metros cúbicos de los 516.000 que se les suministra.
Por detrás se sitúa el municipio de Sant Antoni con casi un 20 % de pérdidas de la red; así, se aprovechan 1,9 millones de metros cúbicos para consumo de los 2,4 suministrados.
En última posición está Vila, siendo el municipio que menos agua pierde. Aún así, supone un 18,5 %, lo que se traduce en casi 900.000 metros cúbicos de los 4,7 millones suministrados.
Por su parte, la isla de Formentera pierde el 14,1 % del total suministrado, es decir, casi 100.000 metros cúbicos.
En este sentido, Joana Maria Garau, directora general de Recursos Hídrics, explicó que los datos de 2018 son «un poco más afinados» que los de años atrás ya que «en 2015 se estaban haciendo, en algunas islas, estimaciones muy por debajo de lo que estaba pasando».
Aún así, recalcó que las pérdidas se han reducido de media un 4 % en la Pitiusa mayor en los últimos años. «La reducción más importante se ha visto en Sant Josep, donde más se perdía y donde más se ha trabajado para mejorar», añadió. Sin embargo, es el municipio que más pierde de la isla.
La directora general tampoco quiso hacer comparaciones de los datos de Ibiza con los del resto de islas ya que consideró que no tienen nada que ver unas con otras ni en infraestructuras ni en población.
EL APUNTE
La mayor parte de las pérdidas se deben a que las infraestructuras están obsoletas
Para Garau, las pérdidas en la red de abastecimiento se deben a varios motivos. Uno de ellos puede ser el subcontaje, que se produce cuando se abre el grifo para que salga un caudal mínimo y el gasto no se registre.
«Puede deberse a que los contadores sean antiguos o a que los consumos que se hacen desde el ayuntamiento para el baldeo, parques, jardines, escuelas, centros deportivos... no se factura y, por tanto, no está registrado», explicó.
«Y es que el dato que nos dan a nosotros es el de las extracciones de aguas subterráneas, es decir, lo que sale de los pozos y lo que se factura. Normalmente los ayuntamientos, a sí mismos, no se suelen facturar y lo que ha pasado es que había subcontaje por esto, porque había un volumen importante que no se estaba contando como consumo porque no se cobraba», especificó la directora general.
Otro motivo y, según matizó, el más «importante», son las pérdidas en las redes por estar, a su juicio, en muchos casos obsoletas. Cabe recordar que, por normal general, una red siempre tiene pérdidas y se consideran redes muy eficientes aquellas que contabilizan entre un 12 y un 15 % de pérdidas porque «bajarlo más es complicado», justificó Garau.
En esta línea, señaló que, hace años, el consumo agrícola era muy importante y, en consecuencia, todas las políticas de gestión iban dirigidas al uso agrícola. «Ahora es más importante el uso urbano y ahí dirigimos los esfuerzos, a la gestión de este uso», subrayó la directora general de Recursos Hídrics.