De la ‘Casa de s'Hort d'es Dominics', Can Sènia como la conocen muchos de los residentes en Jesús, ya existe en los registros desde 1674. La propiedad era de los dominicos que oficiaban en la iglesia de Jesús. Tras las desamortizaciones del siglo XIX pasó a manos privadas y desde ayer es una instalación a disposición de todos los vecinos de Jesús.
Este espacio restaurado acoge un Punt Jove, el primero de Jesús y el tercero de todo el municipio de Santa Eulària; un casal de vecinos, con dos salas disponibles para las entidades y asociaciones que requieran su uso; unos baños públicos y el espacio de un bar, todavía pendiente de licitación.
La Colla de s'Horta hizo una sonada y ballada en el acto inaugural para dar solemnidad a esta fecha. La alcaldesa de Santa Eulària, Carmen Ferrer, se encargó de presentar y dar datos a la concurrencia sobre estas nuevas instalaciones junto a la iglesia de Jesús. Su párroco, Pedro Miguel López, bendijo la casa durante el acto. Se mostraba muy contento con los trabajos que había visto desde el inicio. «La parte del edificio donde está la farmacia estaba bien, pero la zona de los corrales (donde ahora están los baños públicos) y el resto de la edificación estaba en ruinas», recordaba.
Restauración
A cargo de los trabajos de restauración de la casa estuvo el arquitecto Toni Marí, que trabajó mano a mano con el arqueólogo Joan Roig para recuperar esta casa en un estilo acorde con lo que fue. Un proyecto que tuvo un coste de en torno a 1 millón de euros entre la adquisición del inmueble y las obras de restauración.
Dentro del Punt Jove se ha conservado una muestra del suelo original de la Casa de l'Hort dels Dominics que se encontró durante los trabajos de restauración.
Punt Jove
Para la construcción del Punt Jove se contó con la asociación de jóvenes de Jesús que hizo «una carta a los reyes magos» en la que pedían cosas como una pista de patinaje o un campo de mini-fútbol. «Había ideas muy variadas, pero por las dimensiones que teníamos pudimos responder a algunas», explicó Marí.
Al final las instalaciones cuentan con cuatro espacios separados: una zona con juegos de mesa y videojuegos, una sala polivalente para hacer yoga o talleres, una zona con un billar y un futbolín y en la entrada un espacio de recepción que puede utilizarse para charlas, con sillas y unas pequeñas gradas de madera.
«Por aquí salimos de nuevo al futbolín y el billar...» decía Elisa mientras Carla la grababa con el móvil. El vídeo iba destinado a su grupo de amigos. Ambas tienen 15 años y agradecen tener este nuevo espacio. «Hasta ahora quedábamos en el parque que hay cerca del Centro Cultural» explicaba Carla, pero en invierno no tenían un espacio a cubierto en el que poder reunirse.
Les gusta mucho tener un nuevo espacio para gente de su edad donde jugar o simplemente reunirse a pasar el rato.
El centro estará abierto los viernes de 17:00 a 22:00, los sábados de 16:00 a 23:00 y los domingos de 10:00 a 14:00 y por la tarde de 16:00 a 20:00.