La titular del juzgado de lo Penal número 1 de Ibiza, Clara Ramírez de Arellano, dejó ayer visto para sentencia el juicio contra un hombre que se enfrenta a una pena de un año y medio de prisión por un delito de lesiones ya que, según la acusación, hirió a otro hombre tras propinarle varios golpes en la cara con un puño americano.
Los hechos juzgados ayer ocurrieron la madrugada del pasado 22 de diciembre en la calle Sant Llorenç de Santa Eulària.
Según el relato de la víctima, el acusado le propinó varios puñetazos en el rostro, golpes que le causaron la pérdida de dos piezas dentales y un gran hematoma en la región malar izquierda. La víctima advirtió que el agresor iba provisto de un puño americano y que le propinó media docena de golpes.
Según su relato, los hechos ocurrieron en torno a las 04.00 horas en plena calle, cerca de un bar, pero no hubo testigos presenciales. La víctima fue atendida en el hospital. En un primer momento dijo no conocer al presunto agresor pero 48 horas después apuntó al acusado como el autor del ataque. Tras ser identificado, el hombre fue detenido por la Guardia Civil.
Por su parte, el procesado, de 36 años, negó las acusaciones e insistió en que la noche de autos estaba en casa jugando al parchís con unos amigos.
Perdió dos dientes
El Ministerio Fiscal calificó los hechos como un delito de lesiones y reclama una pena de 18 meses de prisión e indemnizar a la víctima con la cantidad de la reparación odontológica.
Por su parte, la defensa solicita la libre absolución ya que, según remarcó, durante la vista quedó claro que no habían pruebas contra su representado.
Según relató la acusación, debido a la sucesión de puñetazos la víctima perdió dos piezas dentales que requirieron de un tratamiento médico de diez días. La víctima reclama una cantidad por el perjuicio estético sufrido. La cantidad económica será fijada por la magistrada en sentencia.
EL APUNTE
La actividad judicial vuelve a verse afectada por las caídas informáticas
Los juzgados de Ibiza han vuelto a registrar problemas informáticos que ralentizan el correcto funcionamiento de la actividad judicial.
Según denunciaron ayer los responsables del CSIF Juan Nieto y Sabino Aramburu, los problemas informáticos vienen sucediéndose sin solución. En este sentido, desde CSIF apuntaron que «el expediente electrónico, en lugar de ser una herramienta de trabajo que facilita las tareas, sigue siendo un quebradero de cabeza continúo para los trabajadores de Ibiza».