Los vecinos de Santa Agnès estuvieron ayer de fiesta por la nueva edición de la Festa de s'Ametlla de Corona para festejar que los almendros han vuelto a blanquear la campiña del municipio con sus flores.
La Asociación de Vecinos de Corona preparó toda una serie de actividades relacionadas con este fruto seco, que familiarizaron a lugareños y curiosos con la protección del entorno y el paisaje poblado de almendros, que estos días engalanan los campos de Corona.
Desde bien entrada la mañana, los asistentes a la fiesta pudieron darse un «paseo respetuoso» al Avenc des Pouàs, a cargo de Jaume Espinosa y bajo la inquisidora mirada de las pagesas emprenyadas, para que nadie hiciese daño a los floridos almendros.
Mientras tanto, en la carpa municipal se hacían talleres para elaborar distintos productos con almendras como: leche, galletas, crema… María José Amengual participó en una de estas clases de cocina para preparar almendras garrapiñadas.
«Creo que la almendra ibicenca es más sabrosa, redonda y pequeña. En mi caso, la utilizaré cruda y con piel, de hecho ayer hice una prueba en casa, la probé antes de ponerla en azúcar y es como más tostada, lo cual para mi plato va muy bien porque así queda más crujiente cuando la muerdes», comentó Amengual.
«Un superalimento»
La organización ecologista Ibiza Preservation también estuvo presente en uno de los puestos con una exposición fotográfica, en la que se podían ver instantáneas de árboles y frutos. Gabrielle Gambina era la responsable que atendía a los interesados en la muestra.
«La almendra tiene muchos nutrientes y es lo que hoy en día se conoce como un superalimento en el mundo de la nutrición y la comida sana y saludable», comentó Gambina. Según la representante de la asociación, poco a poco se tienen que reducir el consumo de proteínas animales y se deben sustituir por proteína vegetal y «la almendra es una de ellas».
Sin embargo, los almendros de Ibiza tienen un problema para colaborar en este cambio porque están «un poco viejos y después de 40 años, el fruto no tiene los mismos nutrientes que debería de tener cuando el árbol es más joven».
Rejuvenecer el campo
Por eso, desde su entidad colaboran para «proteger el paisaje de Ibiza y Formentera», y para ello plantaron cerca de 700 almendros el año pasado. Además ayudaron a la Cooperativa Agrícola de Sant Antoni a comprar una máquina para pelar las almendras y su objetivo es «recaudar fondos para colaborar con el producto local y sus productores».
María Ferrer es la presidenta de la Asociación de Vecinos de Corona y en su opinión «los almendros son los que hacen famosa a Corona. Hoy en día están muy viejos, por lo que hay que reivindicar que se tiene que replantar el Plà de Corona, porque antes estaba todo blanco y parecía un campo de nieve pero ahora está un poco deteriorado».
Para esa tarea de recultivar, Ferrer pide que las instituciones ayuden a los payeses que han conservado tantos años los almendros y puso el ejemplo de los devastadores efectos que tuvo la DANA en la población de almendros envejecidos, que «deshizo dos plantaciones del Plà».
Otro de los males que acechan a los almendros es el cambio climático, porque incluso ya tiene una incidencia directa sobre el calendario de la misma fiesta. «La floración de los almendros ha cambiado en los últimos años porque en febrero estaba todo blanco y ahora estamos a principios y ya tienen las hojas verdes. Eso es porque no ha hecho frío de verdad y el almendro no sabe en qué estación está, un día le da sol y al otro frío, está un poco desorientado, así que no solo a nosotros, también a los árboles les afecta el cambio climático», indicó Ferrer.