El director de cine y guionista Juan Marí Susierra (Ibiza, 1970) imparte el jueves y el viernes en el programa del IbizaCineFest 2020 un taller de guion de cine. Se celebra en el Centro Cultural Cervantes de Sant Antoni, de 19.00 a 20.30 horas, y lleva por nombre De la idea al guion. Teoría del guion cinematográfico. La idea es, según este cineasta con amplia y reconocida trayectoria en cortometrajes, que los asistentes se sientan atraídos «por este maravilloso mundo» y tener las herramientas para crear algún texto que finalmente pueda plasmarse en imágenes.
—Un taller de guion dentro del IbizaCineFest. ¿A quién va dirigido?
—A todo tipo de público. No importa su edad, su género y si tienen o no experiencia. Está pensado para todos los que tengan curiosidad por este maravilloso mundo del cine o que estén estudiando Ciencias Audiovisuales o pretendan hacerlo.
—¿Cómo se estructurará el taller?
—En dos partes. La primera será para hablar de la estructura, la narración y la creación de la historia, con su apertura, punto álgido y conclusión. Para el segundo día, el viernes, la intención es que aprendan a redactar un guion, conociendo los tiempos verbales que se usan, las acotaciones, lo de exterior e interior... Es poco tiempo, pero intenso.
—Usted que ya tiene mucha experiencia. ¿Hay interés por el tema en Ibiza?
—Sin duda. Yo ya llevo 14 años organizando por mi cuenta talleres de este tipo y siempre despiertan interés porque es un tema muy bonito y porque siempre ha habido curiosidad por saber de dónde nacen las películas.
—Para la gente que no lo sepa. ¿Hacer un guion es muy distinto a escribir una novela?
—No creas. Mucha gente piensa que sí, pero luego, al indagar en el tema, conocen que hay muchas más cosas en común de las que se imagina. El origen es el mismo, la imaginación. Y, al final, la narración es universal.
—¿Existe algún secreto para hacer un buen guion?
—No. La clave está en trabajo, trabajo y más trabajo. No hay magia ninguna. Hay que intentar ser lo más visual posible a la hora de escribir el texto. Dejar de lado lo literario y ser bueno narrando una historia pensando que luego se pasará a imágenes.
—¿Hay cantera de guionistas en Ibiza?
—Sin duda. Ibiza, para la poca población que tiene con respecto a otros lugares de España, está repleta de gente creadora y buenos cineastas que, a pesar de todas las dificultades actuales, no para de rodar cortometrajes, videoclips y largometrajes. Además, como el tema de la financiación está tan complicado, lo normal es que el propio director sea el que escriba el guion y eso, quieras que no, también ayuda a mejorar la materia prima.
—¿Y en España? He leído que los guionistas españoles son muy cotizados, tanto en nuestro país como en el extranjero.
—Es verdad. España está sobrada de talento y el auge de las plataformas digitales y de la apuesta de las televisiones por las series también ayuda a que se necesiten cada vez más guionistas. La demanda es muy alta y eso también ayuda a la especialización y a su mejora.
—¿Cambia mucho la forma de trabajar cuando se piensa en una serie o una película?
—Claro. El reto de crear una buena historia surge siempre de nuestra imaginación. Sin embargo, no es lo mismo desarrollarla en dos horas, como en el caso de una película, o en diez episodios de una hora, en el caso de una serie. Es más complicado en las series porque hay varias tramas y porque hay que lograr enganchar al espectador durante más tiempo, siempre pendiente de la audiencia. Y eso no es nada fácil hoy en día con tanta oferta y de tanta calidad.
—También se apuesta cada vez más por la adaptación de novelas o sagas. ¿A quienes lo hacen se les podría llamar guionistas?
—También lo son, aunque parten de una idea que ya tuvo otro y ellos la adaptan. Tampoco es una tarea sencilla porque, al final, una novela es una novela, con sus cánones, y el desarrollo es completamente distinto. Pasar algo muy literario, con tanta descripción, al lenguaje que necesita una narración audiovisual sin que pierda la esencia original tampoco es nada fácil.
—Con su amplia experiencia, ¿cuál es o hubiera sido su guion soñado?
—Tal vez mi guion soñado es el que nunca voy a escribir. Yo me suelo mover en los cortometrajes y busco historias que me hagan crecer como cineasta y profesional. Siempre busco algo más que un simple argumento. Me gustan más los lenguajes metafóricos y las historias que hagan reflexionar al espectador.
—¿Sobre eso van sus próximos proyectos? ¿Cuándo veremos el resultado final de su último cortometraje: Camas?
—Ya no queda nada. Estamos en la fase de postproducción y sonido, por lo que en un mes y medio ya estará terminada. Y mientras, sigo trabajando con dos guiones que tengo muy avanzados. No quiero adelantar mucho, pero sí que puedo confirmar que no están ambientados en Ibiza.