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El primo de Zumosol anima a denunciar el acoso escolar

Un total de 180 alumnos del instituto de Santa María de Ibiza recibieron ayer los diplomas que los acreditan como tutores en la lucha contra el ‘bullying’ en su centro

Sergio Medioaldea posa con los alumnos y junto al alcalde Rafa Ruiz, Carmen Boned, Margalida Ferrer y la directora del instituto, Teresa Marín. | DANIEL ESPINOSA

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«Animo a quien sufre bullying a que lo cuente». Fue el consejo que dio ayer Sergio Medioaldea, conocido por ser en los años 90 ‘el primo de Zumosol’, a un aforo completo de estudiantes de Secundaria del instituto Santa María de Ibiza.

Él no lo contó hasta hace un año. Ni sus padres lo sabían. Y es que, pese a convertirse en famoso y llegar a ser modelo, su vida no fue un camino de rosas. «De los 14 a los 17 sufrí acoso escolar. De pequeño tenía extravismo. Cuando entré al instituto medía apenas 1,42 centímetros, llevaba gafas y me hacían la vida imposible», explicó Medioaldea. «Me insultaban, me pegaban... Me bautizaron como Óxido de Hierro–por la nomenclatura de hierro Fe y la O de óxido, FeO– y llegué incluso a irme a las vías del tren pensando en quitarme la vida», reconoció.

Medioaldea explicó a los alumnos que el deporte fue lo que le ayudó a resurgir, y que desde que consiguió superar esta etapa se dedica a dar charlas a jóvenes para concienciar de que «no hay que humillar a nadie».

«Envidio a los alumnos de 1º de ESO que van a contar con un apoyo al llegar al instituto. Yo no lo tuve», dijo.

Tutoría entre iguales
El instituto de Santa María es el primero del municipio de Ibiza que pone en marcha el programa Tutoria entre Iguals (TEI) para prevenir la violencia y el acoso escolar. La intención es «ampliar el programa a los centros de educación infantil y, de forma progresiva, a todos los centros de la ciudad», aseguró Carmen Boned, concejal de Educación del Ayuntamiento de Vila.

De momento, este curso escolar, 78 estudiantes de 3º de ESO se han convertido en tutores de más de un centenar de nuevos estudiantes del centro. Ayer, todos, 180 alumnos entre tutores y tutorizados, recibieron un diploma que acredita su labor.

«Como personas que hemos experimentado más años de instituto, tenemos que ayudar a los que llegan en este cambio de Primaria a Secundaria que a veces puede ser muy duro», explicó Luisa, una de las alumnas que hace la labor de tutora. «Me parece una labor muy bonita porque es ayudar a una persona que está en la misma situación en la que yo estaba hace poco», añadió.

Según explicó otro de los alumnos tutores, Haibo, tutores y tutorizados se encuentran dos días a la semana en el patio para hablar. En caso de que hubiera algún problema tienen muy claro cómo actuar. «Hay que hablar primero con el niño que les está causando problemas y, si no hace caso, con el profesor», explicó.

Durante los últimos meses, tanto alumnos como profesores han recibido formación específica para saber afrontar las diferentes situaciones de acoso con las que se pueden encontrar, reconocerlas y poder actuar.

«La violencia escolar es un problema en los centros y muchas veces no se detecta hasta que es demasiado tarde», dijo la directora del IES Santa María, Teresa Marín, durante el acto celebrado en Can Ventosa.

«Quiero que nuestro centro se conozca como un centro donde el alumnado se respeta y se preocupa por otros. Un centro donde además de estudiar matemáticas, lengua o historia se aprende a conocerse a uno mismo y a fijarse en los otros, a convertir problemas en oportunidades y ayudar en el bienestar de todos. Hay que eliminar la violencia escolar», señaló.

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