El Consell d'Eivissa prevé reducir a partir de mañana miércoles el servicio de autobús debido a la entrada en vigor del decreto 10/2020, que suprime toda la actividad económica excepto los servicios esenciales y supone una mayor reducción del número de usuarios. Un servicio que la institución ya limitó a mediados del mes de marzo tras el decreto del estado de alarma y que ahora adaptará de nuevo.
Los cambios se estudiarán a lo largo del día de hoy conforme a los datos que diariamente suministran las empresas de transporte para determinar cómo quedan los nuevos horarios.
El conseller de Movilidad, Javier Torres, ya adelantó ayer a este medio que, además de una reducción de las frecuencias, se producirá «la suspensión de alguna línea más». Hasta ahora se habían suspendido diez líneas y la frecuencia se había reducido al 40%.
Baja demanda
El conseller informó de que la demanda del servicio de autobús, que había llegado a reducirse hasta en un 85% en los primeros días del estado de alarma, tuvo un ligero repunte tras las limitaciones al transporte en vehículos privados que permitían su uso exclusivamente al conductor y eventualmente a personas dependientes.
Sin embargo, con el transcurso de los días, el uso de las líneas que todavía operan se ha llegado a reducir en un 90%.
«Las empresas de transporte nos pasan los datos de forma diaria, para poder evaluar su evolución. Esperaremos a ver los datos de los primeros días de esta semana para tomar medidas con conocimiento de causa, según esos datos el miércoles se ajustará el uso de las líneas», explicó Torres.
Hasta la jornada de ayer el Consell había cancelado 10 líneas de autobús: L3.1 (Ses Païsses-Can Coix-Can Bonet), L11 (Ses Salines-Sant Jordi-Eivissa), L12A (Eivissa-Puig d'en Valls-Jesús), L15 (Cala Llonga-Eivisa), L16 (Sant Carles-Santa Eulària), L17 (Siesta-Santa Eulària), L30 (Santa Agnès-Eivissa), L33 (SantMateu-Eivissa), L41 (Santa Eulària-Cala LLonga), y L42B (Sant Josep-Cala Tarida).
La nueva reducción de servicios supondrá eliminar temporalmente las líneas que ahora mismo no se utilizaban o tenían algún usuario puntual. El conseller puso como ejemplo la línea 50, que hace un recorrido circular entre Vila y Puig d'en Valls.
El Consell mantendrá el servicio a demanda para aquellos usuarios que necesiten utilizar alguno de los servicios suspendidos. Una alternativa que han solicitado menos de una decena de usuarios desde el pasado 18 de marzo, según dio cuenta el conseller de Movilidad.
Gasto económico
Por otra parte, Torres indicó que la actividad que ahora mismo se mantiene con una demanda mínima supone un coste «muy alto que luego tendrá que verse cómo se compensa».
El Consell y las empresas de transporte elaboraron un convenio para el establecimiento de los servicios mínimos, dadas las necesidades de la ciudadanía. Sin embargo, más adelante, deberá evaluarse cuál ha sido el coste de este servicio para poder establecer la compensación a las empresas que lo prestan.