Una mujer de 95 años es la séptima víctima por COVID-19 en Ibiza, tal como confirmó ayer el portavoz del comité autonómico de coronavirus, Javier Arranz. Esta mujer, que presentaba patologías previas, falleció el domingo en la Policlínica Nuestra Señora del Rosario. Además, la autoridad sanitaria registró nueve nuevos positivos, entre ellos una paciente de Formentera.
Esta persona, que fue trasladada en helicóptero a Ibiza el pasado sábado, es una mujer de 79 años ingresada en la planta de Medicina Interna F de Can Misses. Con este contagio, las Pitiusas registran 97 casos activos, uno más con respecto al balance anterior. Por otra parte, otra de las novedades que el portavoz del comité autonómico quiso resaltar como dato positivo fueron las nuevas altas del día de ayer, un total siete, mientras que acumuladas ya suman 22.
En este sentido, llegados al ecuador de las seis semanas de confinamiento, Arranz apuntó que Ibiza está en la «meseta de contagios». Con esto quiere decir que la situación se ha conseguido estabilizar. Añade que se ha pasado el punto crítico, y que puede que estamos en la curva que precede al descenso.
«Es el momento de no relajarse», indicó. Arranz también auguró que todas las islas saldrán de esta crisis sanitarias «al mismo tiempo».
Además, añadió que hay 10 profesionales menos en vigilancia activa de control sanitario. Por lo tanto, según Arranz, la disposición sanitaria quedaría con un total de 97 contagiados. De los cuales 49 están hospitalizados en Can Misses, 14 en la UCI, y 11 en la Policlínica Nuestra Señora del Rosario, con tres pacientes en Cuidados Intensivos. En su domicilio, pero vigilados por las Unidades Volantes de Atención al Coronavirus (UVAC), hay 36 personas en Ibiza y una en Formentera. Respecto a las residencias de mayores de las islas, el portavoz destacó que, durante el día de ayer, no se produjo ninguna variación. Sin embargo, reconoció que la situación en que se encuentran los usuarios y el personal de estos centros es una de las principales preocupaciones del Govern balear. Por este motivo, se están llevando cabo medidas de limpieza y desinfección de estos espacios. Otro de los temas que se trató ayer fueron las posibles secuelas que este virus puede dejar en las personas recuperadas de COVID-19. En esta línea, Arranz señaló que, algunas personas, tras curarse definitivamente, han presentado fibrosis pulmonar, una enfermedad que, al presentar cicatrices en los pulmones, dificulta la respiración del afectado. A su vez, quiso dejar clara su posición sobre el uso generalizado de mascarillas.
Para el asesor del Govern, esta utilización debe ser específica y debe estar sujeta a factores externos. «Es conveniente para aquellos colectivos vulnerables, en aglomeraciones o cuando no se pueda mantener la distancia de seguridad oportuna. Es más importante saber cómo utilizarlas que saber cuándo», apuntó.
EL APUNTE
Efectivos del Ejército de Tierra durante las tareas de desinfección en el Centro de Menores Padre Morey
El contingente del Ejército de Tierra desplazado a Ibiza continúa con su labor de desinfección de diferentes centros de la isla. Ayer, el operativo se desplazó a Sa Coma para desinfectar las instalaciones del Centro de Menores ‘Padre Morey'. Los efectivos también llevaron a cabo tareas similares en el ‘Llar Mare des Remeis', en Santa Eulària.