Mañana viernes a las 22.30 horas se estrenará un nuevo programa de la Televisió d'Eivissa i Formentera (TEF), Terra Salada. Un espacio en el que se tratará de dar información de todo aquello que acontezca en las diversas parcelas (agricultura, ganadería y pesca) del sector primario de Ibiza. Este nuevo proyecto televisivo de TEF cuenta con la colaboración del Consell d'Eivissa, con el objetivo de poner en valor el campo ibicenco. El conductor de este informativo campestre será el colaborador de Periódico de Ibiza y Formentera Juan Carlos Rodríguez Tur, quien explica en qué consistirá este nuevo espacio en la televisión local.
¿En qué consistirá el nuevo programa Terra salada?
—El programa pretende conocer nuestro sector primario, conocer de dónde sale aquello que nos comemos y nuestros orígenes. Porque Ibiza no se puede olvidar que el boom turístico no llega hasta los años 60 o 70 y, hasta entonces, éramos una isla que vivía del sector primario.
Por tanto, se quiere reivindicar la importancia de ese sector primario para el resto de nuestra economía y también tiene como objetivo la promoción del producto local porque en Ibiza, desafortunadamente, solo un 2% de lo que consumimos está producido en la isla. Entonces, nuestro objetivo es intentar apoyar a nuestros productores locales y a nuestros pescadores, haciéndolo a través de las marcas registradas por la administración, como son ‘Peix Nostrum' y ‘Sabors d'Eivissa', entre otras.
¿A qué público está dirigido?
—Es un programa para todos los públicos, no solo para los que dediquen a la agricultura y la pesca. Es para todas las edades y lo que se pretende es aportar un toque de luz y alegría en unos momentos de oscuridad.
Va a ser un programa simpático, agradable, que va a ser también muy didáctico e instructivo, en el que se va a intentar que el espectador aprenda cosas, que aprenda datos y que el programa también sirva para que los espectadores también puedan identificar un pescado fresco, fruta de temporada, que les ayudemos a hacer la compra para que conozcan mejor aquello que están consumiendo. De esta manera, no se atreverán a comprar fresas en enero porque no hay en Ibiza o calamares en agosto porque no hay.
Justo en estos días en que el sector primario parece fundamental...
—Efectivamente porque ha tenido que venir una pandemia mundial para que nos demos cuenta de que los payeses son imprescindibles y de que en Ibiza tenemos mucha tierra desaprovechada. Por lo que cultivarla, trabajarla y tener producción es importantísimo para la subsistencia. Otro de los objetivos del programa es que hay que ser muy conscientes de que si hay un sector primario fuerte, habrá un sector servicios también muy fuerte porque si animamos a la gente a que cuide su campo, su tierra, sus feixes y que las trabaje, supondrá que el entorno estará más cuidado y esto supondrá un beneficio para nuestros visitantes.
Ya que en vez de pasar por en medio de la isla y ver campos abandonados o salvajes, llenos de bosque y de maleza, pues tendrán unas vistas completamente maravillosas de campos trabajados. Esto les va a llevar una mejor impresión de la isla y es una manera de contribuir a que Ibiza no sea vista solo como un espacio para la fiesta y el ocio sino también para el descanso y el gozo.
¿Habéis hablado con los payeses en estos días del estado de alarma? ¿Qué os cuentan?
—Los payeses que están trabajando en estos días viven entre la incertidumbre. Por un lado, están los payeses que sembraron frutas y verduras durante el invierno, que no dan a basto de lo que venden porque todo el mundo se ha tirado a consumir y a comprar, con lo cual ellos están muy contentos.
Y la otra cara de la moneda es que durante las últimas semanas se ha empezado a sembrar los productos de verano, como pueden ser las patatas, sandías, melones, pimientos tomates... y tienen la incertidumbre sobre qué impacto va a tener el coronavirus en el consumo de estas frutas y verduras que se están sembrando ahora.
Porque en verano el 70 % del producto que se extrae del campo ibicenco va destinado a restaurantes, hoteles y mayoristas pero si los restaurantes y hoteles están cerrados, pues está el riesgo de que el consumo caiga.
En invierno vimos las protestas de agricultores por los precios. ¿Se puede vivir de la agricultura?
—El campo da una rentabilidad, si se hace una inversión sensata y lo hace con conocimiento. El campo es rentable, pero para eso hay que formarse como para cualquier otra profesión. Uno no se puede echar con la azada en medio del campo, sin saber qué es lo que va a hacer y qué es lo que va a sembrar, sin tener una serie de estudios y un poco de formación para hacerlo.
Se hace difícil hacerlo rentable, pero si uno adquiere formación y lo hace con conocimiento, lo que dicen los agricultores es que, no solo se saca una renta, sino que se saca una renta más alta que el salario medio.
Lo que se tiene que potenciar es que muchos propietarios que tienen sus campos abandonados acaben alquilándolos a gente que quiere emprender pero no dispone de tierras.