El Ayuntamiento de Sant Antoni ha decidido poner en marcha un primer paquete de medidas fiscales y sociales para hacer frente a la crisis sanitaria generada por el coronavirus.
Según ha informado el consistorio tendrán un importe de 748.566 euros, referentes al 20% del remanente de 2019 de la institución y se destinarán a Servicios Sociales. La intención es que este presupuesto se destine «a minimizar las consecuencias económicas y sociales y ayudar a las familias y empresas locales que más lo necesiten».
Además, esta cantidad «permitirá ampliar el personal con la contratación laboral de más trabajadores sociales, así como aumentar las prestaciones, servicios y ayudas sociales», y entre las medidas fiscales que se están estudiando estarían «el aplazamiento o suspensión de algunos impuestos o tasas, y ofrecer subvenciones a los negocios locales del municipio para dinamizar la economía local».
De momento, todo se está estudiando con el resto de ayuntamientos de la isla «para poder consensuarlas en la mayor medida posible con el objetivo de que sean similares en todos los municipios». Además el consistorio portmanyí ha asegurado que «se tendrá en cuenta las recomendaciones y medidas que se establecerán por parte de la Federació d'Entitats Locals de les Illes Balears (FELIB)».