La crisis abierta entre Vila y la Policía Local de Ibiza sigue enquistada y se ha agudizado por los últimos episodios vividos con la explosión de la pandemia del COVID-19. Tras 41 días de estado de alarma, la plantilla de la policía municipal de Vila sigue siendo la única de la isla que no ha tenido acceso a los test rápidos, una incertidumbre que se agrava al ser una de las primeras que registró un caso positivo. No obstante, ese primer contagio de una agente (positivo confirmado el 3 de abril pero del que se tenía indicios diez días antes), no se comunicó al resto de la plantilla. Ahora, el Sindicato Profesional de Policías Municipales de España (SPPME) estudia llevar ante los tribunales el ocultamiento del caso por parte del Ayuntamiento de Vila.
Tal y como avanzó Periódico de Ibiza y Formentera en su edición del pasado sábado, la representación sindical reclamó el «cese inmediato de los responsables que han ocultado los positivos en coronavirus» de varios trabajadores municipales, entre ellos una agente de la Policía Local.
Los sindicatos criticaron la «dejadez, irresponsabilidad y pésima gestión» que el equipo de gobierno de Rafa Ruiz está realizando en la crisis del coronavirus. Fuentes policiales indicaron a este medio que aunque la agente dejó de prestar servicio, los compañeros que habían coincidido en su turno no fueron sometidos a ningún tipo de control ni alertados sobre este hecho.
«Han habido cuatro casos positivos en la plantilla municipal y Vila no ha comunicado nada a los sindicatos. La información nos ha llegado por fuentes no oficiales y en la mayoría de los casos, por vías externas a la institución», advirtieron.
Ahora, ante la falta de respuesta por parte de Vila, el SPPME ha puesto el caso en manos de su departamento jurídico para estudiar si el Ayuntamiento incurrió en algún ilícito penal al no trasladar a sus trabajadores el positivo en coronavirus dado por una policía de su plantilla.
Paralelamente, los sindicatos policiales insisten en la «urgente necesidad» de tener acceso a los tests. En este sentido, ayer se produjo otra reunión entre Vila y los representantes de los trabajadores.
Actuaciones sin concretar
Según señalaron fuentes sindicales, durante el encuentro los responsables de Vila trasladaron a la representación de los trabajadores que el Ayuntamiento ya había comprado una partida de test rápidos que se destinarán a los servicios esenciales. No obstante, no les especificaron ni la cantidad, ni el origen, ni cuándo se llevarán a cabo las pruebas. Asimismo, les trasladaron que en caso de un resultado positivo se derivarían a Can Misses para la realización de un test PCR. También se les informó sobre la adqusición de mascarillas FFP2, guantes y gel antiséptico. Este es el escenario que planteó Vila tras más de 40 días de estado de alarma y un mes del positivo de una agente de la Policía Local de Ibiza.