Los bañistas y paseantes que se acercaron el jueves a la zona de Punta Pinet se sorprendieron al ver en la orilla un tiburón muerto. El animal de unos dos metros de longitud era una cañabota (hexanchus griseus), una especie habitual de las aguas baleares, en las que habita durante todo el año.
La oceanógrafa Verónica Núñez explicó ayer a Periódico de Ibiza y Formentera que se trata de una especie inofensiva para el ser humano ya que nada en aguas muy profundas y solo se acerca a la superficie para aparearse.
Además, señaló que en los últimos años es habitual que algún espécimen de esta especie acabe muerto en las costas del archipiélago. Advirtió que es un tipo de tiburón del que no se sabe demasiado ya que suele estar a una gran profundidad. Lo que sí explicó es que se trataba de una hembra joven. Su tamaño de dos metros así lo indican, ya que los cañabotas pueden llegar a alcanzar los seis metros de longitud.
En cuanto a la muerte del escualo, Núñez no se atrevió a dar una causa. Lo que sí hizo fue descartar algunas teorías que estaban circulando por las redes sociales. La oceanógrafa descartó que la muerte del tiburón fuese provocada por los atuneros que pescan en las aguas de Ibiza. Argumentó que la práctica que se hace en estas aguas no tiene nada que ver con las del estrecho, ya que aquí se pesca por el método del cerco y no enganchando el atún. «Además, un pescador nunca confundiría un tiburón con un atún. No tienen nada que ver», sentenció.
El animal fue retirado el mismo jueves por los servicios del Ayuntamiento de Sant Josep.