Para cumplir con estas condiciones y con otras medidas de seguridad e higiene las tiendas de la Sirena en Ibiza controlan la gente que entra en sus establecimientos con una aplicación de teléfono móvil y una vez alcanzado el aforo se tiene que esperar fuera. Además, hay carteles en la entrada en los que se indica que hay que desinfectarse las manos con gel hidroalcohólico, entrar con mascarilla, respetar en todo momento la distancia de seguridad de dos metros y seguir un itinerario marcado para intentar prevenir el contacto físico entre los clientes.
Así mismo, como hasta ahora, todas las prendas que alguien se ha probado se dejan en el probador, se quedan en cuarentena 48 horas y se desinfectan, y para probarse cualquier tipo de calzado es obligatorio el uso de patucos de plástico que eviten en lo posible la transmisión del virus.