Fueron menos de la mitad de los esperados pero aún así: Willkommen, bienvenidos. Minutos antes de las 12.40 horas de ayer aterrizaron en el aeropuerto de Ibiza un total de 76 pasajeros alemanes, belgas y luxemburgueses procedentes de Düsseldorf y que llegaron en el vuelo operado por Eurowings incluido en el plan piloto de reactivación del turismo de Baleares.
Al acceder a la terminal de es Codolar, los pasajeros fueron controlados por una cámara térmica, aunque algunos visitantes no se dieron ni cuenta de que les habían tomado la temperatura. La entrada en la isla también implicaba rellenar un formulario sobre el estado de salud.
«Mis amigos viven aquí y dicen que los restaurantes están abiertos. Así que trabajaré un poco desde casa, pero disfrutando del sol, la playa y los restaurantes», apuntó Ruediger Kimpel, el primer pasajero que cruzó el arco de llegadas. Kimpel indicó que visita la isla desde hace 15 años.
Aunque el grueso del pasaje estaba conformado por alemanes, Kimpel procede de Luxemburgo y aprovechó el enlace con Düsseldorf para mantener su idilio con la isla. Pagó 500 euros por reservar con dos días de antelación.
Regreso a «casa»
Entre el grupo también se encontraban Gabriela y Renata, dos alemanas que todavía tenían que hacer una conexión más, ya que su destino era Formentera. «Es maravilloso poder venir», remarcó Renata, quien explicó que se alojará en casa de una amiga en la pitiusa menor.
Por su parte, Frank Gay, de origen belga, «regresaba» a su casa de la isla tras cuatro meses fuera. «En Ibiza me siento más seguro que en cualquier otro lugar» subrayó Frank, quien vive en Ibiza desde hace cinco años y es de los que creen que «la isla va a estar mejor que otros veranos».