El inicio del verano viene marcado por el solsticio, que conlleva que ayer fuese el día más largo del año con unas 15 horas de luz. La climatología acompañó en Ibiza con un sol sin apenas nubes y unas temperaturas cercanas a los 30 grados, y los ibicencos no lo dudaron. Aprovecharon el domingo y se lanzaron a sus playas y calas.
Desde primera hora, los arenales de los diferentes municipios de la isla se fueron llenando sin excepciones. Distancias de dos metros y algunas mascarillas, algo que acompañará durante los próximos meses, pero también niños jugando, algunos no tan niños. Las pelotas y las palas fueron protagonistas en las playas.
Ayer no solo llegó lo que se conoce como la nueva normalidad, también lo hicieron los primeros turistas y a diferencia de estos últimos días, mientras se tomaba el sol se pudo escuchar otras lenguas. Italiano, alemán, francés... El verano ya está aquí.